Turquía adopta un “paradigma de seguridad preventiva” en la frontera con Irán

El ministro de Defensa de Turquía, Yaşar Güler, declaró el 18 de junio que Ankara está aplicando un “paradigma de seguridad preventiva” en su frontera oriental con Irán, en el marco de una visita de alto nivel a la provincia de Van, limítrofe con el Kurdistán iraní. Acompañado por el jefe del Estado Mayor, Metin Gürak, y los comandantes de las fuerzas terrestres y aéreas, Güler se reunió con mandos militares locales para evaluar la situación de seguridad.

“Hemos eliminado la amenaza del terrorismo de la agenda de nuestro país, al garantizar la seguridad de nuestras fronteras”, afirmó Güler, citado por Anadolu Agency, mientras advertía que Israel está arrastrando a los países vecinos hacia una gran agitación con sus acciones. Esta declaración se enmarca en un contexto regional cada vez más tenso tras la reciente ofensiva militar israelí contra Irán.

Entre prevención y proyección de fuerza

El concepto de seguridad preventiva, anunciado por Güler, representa un cambio de doctrina militar que puede anticipar acciones extraterritoriales de Turquía en zonas sensibles. La región fronteriza con Irán donde se realizó la consulta es de mayoría kurda y contigua al área donde podrían activarse levantamientos armados kurdos contra Teherán.

El discurso del ministro refleja las crecientes preocupaciones de Ankara por una eventual escalada de tensiones en el Kurdistán iraní, que podrían extenderse a las regiones kurdas del sudeste turco. “Turquía se está preparando para cualquier situación negativa y cualquier escenario”, subrayó el presidente Recep Tayyip Erdoğan el mismo día ante la bancada parlamentaria del AKP.

En el trasfondo de este discurso estratégico se halla una hipótesis compartida por algunos analistas turcos: que Israel, al bombardear zonas kurdas de Irán, busca debilitar la influencia turca promoviendo una mayor autonomía o incluso independencia kurda en territorios de habla turca como el Atrpatakan iraní.

¿Intervención o contención regional?

Aunque el líder del PKK, Abdullah Öcalan, ha llamado a cesar la lucha armada contra Turquía, el desarme efectivo no se ha materializado. Ankara parece temer que un conflicto abierto en el Kurdistán iraní reavive las tensiones internas. De allí el despliegue militar en la frontera y las recientes maniobras conjuntas turco-azerbaiyanas en Najicheván, zona limítrofe con Armenia e Irán.

En este escenario, surgen interrogantes clave como qué planea Turquía una intervención directa en el Kurdistán iraní si estalla un levantamiento armado contra Teherán; o si limitará su acción a operaciones preventivas y antiterroristas dentro de su territorio?

La advertencia lanzada por Erdoğan sobre posibles “acciones conjuntas” sugiere que Ankara podría coordinarse con otros actores regionales o actuar de forma unilateral si percibe amenazas directas a su integridad territorial.

La cronología de acontecimientos revela una intensa actividad diplomática y militar: El presidente azerbaiyano Ilham Aliyev viaja a Turquía este 19 de junio y al día siguiente, el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, realizará su primera visita oficial a Turquía.

Estos movimientos sugieren una posible reconfiguración de alianzas regionales ante un Oriente Medio en plena transformación.