Rusia admite responsabilidad en el derribo del avión de AZAL, pero evita Putin disculparse con Azerbaiyán

En una reunión que podría marcar un punto de inflexión en las relaciones Rusia–Azerbaiyán, el presidente Vladímir Putin reconoció por primera vez la responsabilidad de Rusia en el derribo del avión de la aerolínea AZAL, ocurrido en 2024, durante su encuentro con Ilham Aliyev.

Según medios azerbaiyanos, Putin prometió indemnizaciones a las familias de las víctimas y sanciones para los responsables. Sin embargo, no ofreció disculpas formales, lo que provocó una fría reacción en Bakú.

Aliyev, por su parte, agradeció a Putin por mantener la situación “bajo control personal”, aunque la frase despertó ironía entre analistas, dado que el mandatario ruso afirmó haberse enterado “de los detalles del incidente apenas hace dos días”.

El accidente y las contradicciones del Kremlin

El avión Embraer 190 de AZAL fue derribado hace 10 meses en el espacio aéreo ruso, con la muerte de todos sus ocupantes. Durante la reunión en Dusambé, Putin atribuyó el hecho a “fallos técnicos del sistema de defensa aérea ruso”, una explicación que contradice los informes filtrados del puesto de mando del Pantsir-S1 y la declaración del comandante Dmitry Paladichuk, que no mencionan ningún error técnico.

Fuentes cercanas al Ministerio de Defensa ruso sostienen que el derribo se produjo por una falta de coordinación entre la defensa aérea y la aviación civil, y que la orden de disparo se dio por teléfono móvil, sin confirmación protocolar.

“Azimut 338, alcance 7000, altitud 490, velocidad 118… ¡FUEGO!”, se escucha en el video filtrado del centro de control, evidenciando que el objetivo fue rastreado durante dos minutos antes del disparo.

Putin también afirmó que el avión “no fue alcanzado directamente por misiles, sino por fragmentos”, lo que especialistas califican de eufemismo técnico: la ojiva del Pantsir-S1 contiene 20 kg de submuniciones que explotan cerca del objetivo, lo que en efecto causó la destrucción del avión azerbaiyano.

Moscú apunta a Ucrania y al piloto de AZAL

El presidente ruso sugirió además que el incidente ocurrió durante una operación para interceptar drones ucranianos, lo que habría “confundido” a las defensas aéreas. También insinuó errores del piloto, al señalar que “se le ofreció volar a Majachkalá, pero decidió desviarse hacia Kazajistán”.

Esta narrativa recuerda el estilo clásico de Putin: trasladar la culpa hacia otros actores sin asumir responsabilidades políticas directas.

Mientras tanto, fuentes judiciales en Ereván informaron que, en el marco del proceso penal abierto en Merdzavan, una persona fue arrestada y se realizaron allanamientos en varios domicilios.

Sin disculpas, pero con promesas de compensación

Aunque Putin prometió una “evaluación legal de las acciones de los funcionarios”, medios azerbaiyanos recordaron que el general Alexander Tolopilo, quien habría dado la orden de disparar, fue ascendido tras el incidente.

Aliyev, que en 2024 había lanzado duras críticas a Rusia en un foro mediático en Nagorno Karabaj, evitó confrontar directamente a Putin en público. En cambio, expresó su esperanza de que “los mensajes de ambas partes sean percibidos de forma positiva” por las sociedades de los dos países.

El Kremlin, en tanto, mantiene silencio sobre una eventual disculpa oficial o un informe completo de la investigación.