¿Está Rusia alejándose de Irán y Turquía en su estrategia geopolítica?

Las recientes conversaciones entre Donald Trump y Vladimir Putin han despertado especulaciones sobre un posible cambio de rumbo en la estrategia geopolítica de Rusia en Oriente Medio. En particular, surgen preguntas sobre el futuro de la relación entre Moscú y Irán, así como el impacto que estas negociaciones podrían tener en la política interna de Turquía y su presidente, Recep Tayyip Erdogan.

El posible distanciamiento entre Rusia e Irán

Uno de los puntos clave en las negociaciones entre Trump y Putin fue la situación en Oriente Medio, en especial el papel de Irán y su programa nuclear. Según la agencia rusa RIA Novosti, Washington estaría más preocupado por la seguridad de Israel que por la situación en Ucrania, lo que podría significar un cambio en las prioridades de Moscú.

El Acuerdo de Asociación Estratégica Integral entre Rusia e Irán, firmado el 17 de enero, aún no ha sido ratificado, lo que sugiere que podría haber sido utilizado como un elemento de presión en la negociación con Occidente. Según algunos analistas, Rusia podría estar considerando moderar su apoyo a Irán si esto le permite obtener concesiones en otros frentes, como la guerra en Ucrania o el levantamiento de sanciones económicas.

En este contexto, surge la pregunta clave: ¿Putin presionará a Irán para que reduzca su beligerancia contra Israel a cambio de beneficios diplomáticos y económicos?

Erdogan y su reacción tras hablar con Trump

Otro elemento relevante en esta ecuación es la reciente conversación entre Trump y Erdogan, que parece haber desencadenado una ola de medidas represivas en Turquía. Erdogan ha llevado a cabo arrestos masivos, incluyendo la detención del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, un fuerte opositor político.

El arresto de Imamoglu y la persecución de sus seguidores coinciden con una serie de bloqueos en redes sociales y acusaciones de soborno. Analistas sugieren que esta maniobra es una señal de que Erdogan está preocupado por su estabilidad política tras la conversación con Trump.

Además, existe la hipótesis de que Erdogan ya no confía en el apoyo de Rusia, como ocurrió en 2016 cuando Moscú supuestamente le advirtió sobre un intento de golpe de Estado. Con un posible acercamiento entre Trump y Putin, el líder turco podría estar buscando nuevos aliados en Europa ante el riesgo de quedar aislado en el escenario internacional.

¿Un reacomodo en la geopolítica mundial?

Estos eventos sugieren que Rusia podría estar redefiniendo su estrategia en Oriente Medio, tomando distancia de sus aliados tradicionales Irán y Turquía para negociar con Estados Unidos y Europa. La pregunta clave es si este cambio de postura será solo temporal o si marcará un cambio estructural en las relaciones de poder en la región.

Con la ratificación del Acuerdo Rusia-Irán aún pendiente, la represión interna en Turquía y las crecientes tensiones en Gaza, el escenario sigue siendo incierto. Sin embargo, una cosa es clara: las decisiones que tomen Putin, Trump y Erdogan en los próximos días podrían remodelar el mapa político de Oriente Medio y más allá.