Las razones del odio de las autoridades hacia Artsaj y su gente. Por Tatul Hakobyan

Para Tatul Hakobyan el odio de las autoridades armenias hacia las de Artsaj es para encubrir su derrota de 2020, mientras que el pueblo armenio está resentido con ellos por el manejo mafioso del país que hicieran Kocharyan y Sargsyan

Hay varias razones y motivaciones para el odio de las autoridades actuales hacia Artsaj y su gente.

Nikol Pashinyan, y especialmente y en primer lugar Nikol Pashinyan, se da cuenta de que la responsabilidad histórica por la catastrófica derrota de 2020 y el éxodo de los armenios de Artsaj en 2023 permanecerá en la memoria de nuestro pueblo durante mucho, mucho tiempo. No voy a analizar aquí hasta qué punto el actual Primer Ministro tiene parte de culpa y responsabilidad, ni hasta qué punto la dirección político-militar de Artsaj y las antiguas autoridades de Armenia y Artsaj tienen esa responsabilidad.

Pashinyan conoce la simple verdad. El Estado gana en la guerra, el Estado pierde en la guerra. En 2020 y 2023 fue líder de Armenia. Nuestra derrota y el éxodo de los armenios en Artsaj es un estigma histórico para Pashinyan y las autoridades actuales, y el pueblo nunca lo olvidará.

Partiendo de esta simple conciencia, es importante que Pashinyan y su equipo devalúen Artsaj, el movimiento de Karabaj y todo lo relacionado con los éxitos y victorias de los años 80 y 90 en todos los sentidos posibles. Están haciendo todo lo posible para difundir y poner en la conciencia de la gente lo malo que era Artsaj, por qué morían allí los muchachos armenios, cómo Robert Kocharyan y Serzh Sargsyan “desplazaron” y oprimieron al pueblo de Armenia.

Pashinyan también tiene problemas con el liderazgo político-militar de Artsaj en su esfera personal y familiar.

En marzo de 2023 se celebró en Ereván una sesión conjunta de los Consejos de Seguridad de Armenia y Artsaj, la última de este tipo. La carretera de Stepanakert a Ereván fue cerrada y Artsaj estuvo sitiada durante tres meses. El presidente de Artsaj, Arayik Harutyunyan, y el secretario del Consejo de Seguridad, Samvel Shahramanyan, llegaron a Ereván por una ruta indirecta, donde esos días los azerbaiyanos habían asesinado a tres agentes de policía de Artsaj.

Durante esa sesión, Nikol Pashinyan, como contó uno de los participantes bajo condición de anonimato, en su estilo característico (tal como el pueblo armenio vio al Primer Ministro desde el podio de la Asamblea Nacional hace unos días) gritó y criticó a los dirigentes de Artsaj, acusándolos de desacreditar sistemática y constantemente a su familia. Pashinyan dijo que a su esposa, Anna Hakobyan, le estaban dando etiquetas despreciables.

Después de esa reunión, Arayik Harutyunyan le dijo por primera vez a los líderes de Artsaj que renunciaría, haciendo referencia a la reunión del Consejo de Seguridad y a las críticas de Pashinyan.

Hay otra razón para el odio y la desconfianza de Pashinyan y su equipo hacia Artsaj, que presencié personalmente durante los días de la revolución de 2018 y el período posterior, antes del desastre.

Entre los dirigentes políticos y militares de Artsaj, pero también entre los habitantes comunes de Artsaj, existía la preocupación de que Nikol había venido a entregar Artsaj, que Nikol era una creación de Levon Ter-Petrosyan. Dejo de lado que esta es una acusación inmoral contra el primer presidente de Armenia y los ciudadanos de Armenia. La victoria de Artsaj se produjo durante la presidencia de Ter-Petrosyan. Esto también es una negación y una ingratitud hacia Armenia y las autoridades de aquella época.

Inmediatamente después de la revolución, viajé nuevamente a Artsaj y tuve conversaciones con varios funcionarios que estaban preocupados de que Pashinyan hubiera llegado al poder para vender Artsaj. Probablemente esto provino de Serzh Sargsyan y su equipo, Robert Kocharyan y su séquito, quienes difundieron agresivamente este rumor en Armenia y Artsaj, vinculando a Pashinyan con Ter-Petrosyan.

El odio y la hostilidad de las autoridades actuales hacia Artsaj y su pueblo no se habrían propagado si no hubiera existido, al menos en cierta medida, un terreno favorable para ello.

El golpe de Estado de 1997-1998 y la toma del poder en Armenia también están asociados a Robert Kocharyan y Serzh Sargsyan. El crimen del 27 de octubre de 1999 también está asociado a sus nombres entre la gente, ya que el día del ataque terrorista, el presidente de Armenia era Kocharyan y el jefe de Seguridad Nacional era Serzh Sargsyan.

Aunque se ha escrito y hablado muy poco sobre el tema, durante las presidencias de Kocharyan y Sargsyan, una parte de la sociedad armenia tenía la convicción interna de que la causa de su difícil situación socioeconómica y de las injusticias que prevalecían en el país era el clan Karabaj, liderado por Kocharyan y Serzh.