En abril de 2019, el ejército turco realizó ejercicios en Tracia —la región fronteriza con Grecia— que evidenciaron preparativos para una posible incursión militar. Estos movimientos formaban parte de antiguos planes de contingencia que fueron revelados durante el juicio «Balyoz» en 2010 en Estambul. Según documentos presentados entonces, el 1.er Cuerpo de Ejército turco, bajo el mando del general Çetin Doğan, diseñó estrategias específicas para actuar rápidamente en Tracia occidental y en las islas del mar Egeo.
El plan militar turco, respaldado por grabaciones y documentos del Estado Mayor, no perseguía la ocupación de territorios griegos, sino infligir “el máximo daño a las fuerzas enemigas”. Según el informe del seminario, «el objetivo en esta región debería centrarse menos en las conquistas territoriales y más en la destrucción del mayor número posible de fuerzas enemigas».

Cambios estratégicos: el refuerzo de Grecia por EE.UU. y Francia
La ejecución de estos planes turcos se complicó significativamente con la intensificación de la presencia militar de Estados Unidos y Francia en Grecia. La actualización del Acuerdo de Cooperación de Defensa Mutua (MDCA) entre Washington y Atenas en 2019 y 2021 permitió el acceso estadounidense a bases clave como Alejandrópolis y la Base Naval de la Bahía de Souda en Creta. Esto elevó notablemente el perfil estratégico de Grecia dentro de la OTAN.
Según declaró el embajador estadounidense en Turquía, Jeff Flake, en 2022: «Nuestra cooperación en materia de defensa con Grecia fortalece el flanco oriental de la OTAN en apoyo a Ucrania y a nuestros aliados en Europa Central y Oriental». Además, Grecia ha modernizado su flota de F-16 y ha firmado contratos millonarios para adquirir cazas de quinta generación y otros sistemas de defensa avanzados de fabricación estadounidense y francesa.
Como informara SoyArmenio.com, el fortalecimiento militar se completó con el histórico acuerdo de defensa bilateral entre Grecia y Francia de 2021, que estipula asistencia mutua en caso de agresión armada. Gracias a este acuerdo, Grecia incorporó a sus filas cazas Rafale, fragatas de última generación y misiles de alta precisión.
La reacción de Turquía y los arrebatos de Erdogan
Ante este nuevo equilibrio militar, el presidente Recep Tayyip Erdogan manifestó reiteradamente su enojo. En una conferencia en 2021 junto al primer ministro húngaro Viktor Orbán, Erdogan acusó a Washington de transformar a Grecia en una «base militar estadounidense», lamentándose: «Ni siquiera podría contar la cantidad de bases estadounidenses dentro de Grecia; son muchísimas. Si se mira el mapa, Grecia misma parece una base militar estadounidense».
Erdogan no solo denunció a Estados Unidos, sino que también fustigó los acuerdos de defensa con Francia y cuestionó las intenciones de la OTAN. La crítica de Ankara también se extendió a los movimientos de tropas estadounidenses cerca de la frontera turca, particularmente en Alejandrópolis, a solo 40 kilómetros de Turquía.
Funcionarios estadounidenses, en respuesta, enfatizaron que su cooperación con Grecia no apunta contra Turquía, un aliado fundamental dentro de la alianza atlántica.
Un cambio irreversible en el equilibrio de poder regional
Aunque Turquía podría haber actualizado sus planes de guerra, la presencia militar de EE.UU. y Francia en territorio griego ha reducido drásticamente sus márgenes de acción. Además, el despliegue constante de fuerzas en las islas del Egeo, una zona históricamente disputada, representa un desafío estratégico insuperable para Ankara.
Expertos advierten que la agresiva retórica de Erdogan no responde únicamente a necesidades políticas internas, como desviar la atención de los problemas económicos, sino que refleja un verdadero cálculo militar. Detrás de sus discursos, aseguran, existe un plan estratégico persistente que no puede ser subestimado.
La combinación de la cooperación greco-estadounidense y greco-francesa ha consolidado a Grecia como un pilar esencial para la estabilidad del sureste europeo, frustrando así las ambiciones expansionistas de Turquía en el mar Egeo y Tracia.
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