Las calles de Estambul y otras ciudades de Turquía fueron escenario de protestas multitudinarias tras el arresto de Ekrem Imamoglu, alcalde opositor y principal rival del presidente Recep Tayyip Erdogan en las próximas elecciones presidenciales. A pesar de la prohibición de manifestaciones impuesta por el gobernador de Estambul y el fuerte despliegue policial, miles de personas se congregaron en distintos puntos de la ciudad.
La policía rodeó el ayuntamiento, bloqueó carreteras y acordonó la céntrica Plaza Taksim. Los manifestantes también se reunieron frente a la comisaría donde está detenido Imamoglu, la Universidad de Estambul y otros lugares clave. «Lo que ocurrió fue un intento de golpe de Estado», denunció Ozgur Ozel, líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP). «No se le está privando solo a Ekrem Imamoglu de su libertad de ser candidato, se le está privando a esta nación de su derecho a elegirlo».
Imamoglu acusado de corrupción y vínculos con el PKK
El alcalde de Estambul fue arrestado bajo sospecha de corrupción y colaboración con una organización terrorista. Según la fiscalía de Estambul, Imamoglu está siendo investigado por liderar una organización criminal, cometer cohecho y fraude en licitaciones municipales. Se le vincula con una red de empresarios y periodistas supuestamente implicados en irregularidades en contratos públicos.
Además, se le acusa de prestar asistencia al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado grupo terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea. «Este es un golpe directo a la nación y lucharemos», declaró Dilek Imamoglu, esposa del alcalde, en una entrevista con BBC.

Represión y bloqueo de redes sociales
Las autoridades turcas han endurecido las restricciones a la información y la comunicación. Se han registrado bloqueos en redes sociales y medios opositores han denunciado censura. En la Universidad de Estambul, la policía dispersó violentamente a los estudiantes que protestaban contra la revocación del diploma de educación superior de Imamoglu, decisión que lo inhabilita para postularse a la presidencia.
Imamoglu, que era visto como el candidato más fuerte de la oposición para las elecciones de 2028, reaccionó desde la cárcel a través de la red social X (Twitter): «La voluntad del pueblo no puede ser sofocada mediante intimidaciones o acciones ilegales. Me mantengo firme, confiando en los ciudadanos de Turquía y en todos los que defienden la democracia».
Las tensiones políticas en Turquía siguen en aumento y el arresto de Imamoglu podría marcar un punto de inflexión en la lucha por el poder en el país.
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