El gobierno de Serbia reconoció el martes que las compañías privadas de defensa suministraron armas a Armenia, pero no confirmó las afirmaciones de Azerbaiyán de que incluían morteros.
Ante la acusación de traición de Azerbaiyán a Serbia por la venta de armas a Armenia, el ministro de Comercio Rasim Lyalic aseguró que “No existe ninguna restricción internacional sobre la base de que Serbia pueda negarse a vender armas a Armenia”
El escándalo sobre el suministro de armas serbias surgió después de la publicación el 19 de julio del sitio web Haqqin.az con sede en Bakú, según el cual el gobierno de Azerbaiyán supuestamente recibió información irrefutable de que Belgrado había vendido varios morteros de calibre a Armenia en los últimos meses.
Cabe señalar que pocas horas después de la publicación del sitio web azerbaiyano, el embajador serbio en Bakú Danica Veinovic fue convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán para que aclarar la situación, porque si esa información era cierta, “cuestiona la cooperación y las relaciones amistosas entre los dos países”.
A su vez, el Ministro de Comercio de Serbia brindó una conferencia en la que aseguró que el país no vendió armas, sino, en todo caso, algunas de las compañías militares privadas que operan en el país.
“En 2020, las empresas privadas suministraron armas a Armenia. Las compañías de armamentos estatales que operan en Serbia no participaron en esos acuerdos. No puedo mencionar los nombres de esas empresas, pero según nuestra información, se suministraron principalmente pistolas a Armenia. Su valor total fue inferior a un millón de euros”
Las armas fueron entregadas en dos lotes entre mayo y junio, dijo el funcionario serbio, señalando que el acuerdo con Ereván había sido aprobado por cinco ministerios serbios a la vez: los ministerios de asuntos exteriores, interior, defensa y comercio, así como el servicio de inteligencia.
“Ni la UE, ni los Estados Unidos, ni Rusia impusieron sanciones a Armenia, por lo que es muy difícil rechazar las ofertas de ese país para comprar armas”, dijo el ministro de Comercio de Serbia.
Es de remarcar que el ministro salió a contestar sobre pistolas y omitió información que confirmara o refutara el suministro de morteros del que hablaba el medio azerbaiyano.
Georgia también acusada
Esta publicación de Haqqin.az tuvo un impacto directo no solo en las relaciones entre Serbia y Azerbaiyán, sino también entre Georgia y Azerbaiyán.
Según el sitio web de Azerbaiyán, las armas serbias fueron traídas a Armenia a través de Georgia. En los mismos días, según los medios azerbaiyanos, un lote de camiones Kamaz fue entregado a Armenia desde Rusia a través de Georgia.
“Estos camiones fueron diseñados para ser utilizados como una plataforma para los sistemas de morteros Grader”, afirmó el columnista de Haqqin.az.
Cabe destacar, por cierto, que las autoridades georgianas guardaron silencio durante las primeras 24 horas después de la publicación.
Fue solo después de las duras evaluaciones expresadas por la oposición que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Georgia consideró necesario hacer una declaración especial, negando categóricamente las acusaciones en la prensa azerbaiyana.
“Uno de los medios de comunicación de Azerbaiyán publicó información errónea, donde hay muchas imprecisiones. Es lamentable que el medio de comunicación de internet de Azerbaiyán, que tiene una reputación seria, presente los hechos de manera sesgada, engañe al público e intente dañar la cooperación y amistad estratégicas entre Georgia y Azerbaiyán“, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Georgia en un comunicado.
“Esta publicación tiene una naturaleza tendenciosa, está dirigida a crear problemas artificiales entre los dos países, que son socios estratégicos”, agregó por último el ministerio en su comunicado.