SoyArmenio
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) está llevando a cabo una operación especial sin precedentes denominada «Pavutina», dirigida a destruir bombarderos estratégicos rusos en su propia retaguardia. Según fuentes ucranianas, más de 40 aeronaves, incluyendo aviones clave como los A-50, Tu-95 «Bear» y Tu-22M3, han sido alcanzadas, causando pérdidas estimadas en más de 2.000 millones de dólares.
El mayor ataque a la aviación rusa desde el inicio de la guerra
La operación, preparada durante más de un año y medio, fue supervisada personalmente por el presidente Volodímir Zelenski y ejecutada por el jefe del SBU, Vasyl Malyuk. Según informes, los drones ucranianos fueron camuflados en casas móviles transportadas a territorio ruso, desde donde se lanzaron en el momento preciso para atacar cuatro aeródromos estratégicos, incluyendo la base «Belaya», donde se registraron incendios masivos.
Videos y fotos difundidos en redes sociales muestran hangares destruidos, equipos quemados y columnas de humo, evidenciando la magnitud del ataque. Entre los blancos confirmados se encuentran al menos cuatro bombarderos Tu-95MS modernizados, aviones críticos para los ataques con misiles contra Ucrania y que ya no se fabrican, lo que dificultará su reposición.
Una operación audaz y logísticamente compleja
Fuentes del SBU destacan que los drones FPV y otros sistemas fueron ocultados bajo techos desmontables en camiones que ingresaron a Rusia. Los operadores ucranianos controlaron los lanzamientos a distancia, minimizando riesgos para el personal.
El régimen de Putin no habría detectado la infiltración, por lo que cualquier detención anunciada sería, según Kiev, «una farsa propagandística».
Impacto estratégico: ¿Un punto de inflexión?
Este ataque representa el mayor golpe a la Aviación de Largo Alcance rusa desde el inicio de la invasión en 2022. Los Tu-95 y Tu-22M3 son esenciales para los bombardeos masivos contra infraestructura ucraniana, mientras que los A-50 son aviones de alerta temprana clave para la coordinación de ataques.
Su destrucción podría reducir la capacidad ofensiva rusa en el corto plazo, forzar a Moscú a replegar sus bombarderos lejos de la frontera, dificultando sus operaciones y aumentar la presión interna en Rusia, donde las críticas por fallos en la defensa territorial crecen.
Como informara SoyArmenio.com, Moscú no ha emitido un comunicado oficial detallado, pero analistas occidentales ya califican el ataque como «un éxito táctico mayor» para Ucrania. Mientras, el Consejo de Seguridad Nacional ucraniano advierte que Rusia podría preparar nuevos bombardeos como represalia, por lo que las defensas aéreas permanecen en alerta máxima.
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