Irán y EE.UU. retoman el diálogo sobre el programa nuclear mediante negociaciones indirectas en Omán, con mediación omaní y participación de Rusia. Netanyahu exige acciones drásticas. Análisis del nuevo equilibrio regional.
Las negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos han entrado en una nueva fase con el anuncio oficial de negociaciones indirectas que se llevarán a cabo en Omán el 12 de abril. El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, confirmó que Teherán ha elegido la vía de los mediadores para mantener un diálogo “genuino y útil”, descartando cualquier formato de negociación directa mientras persistan las “amenazas y presiones” de Washington.
“La negociación impuesta bajo presión es un dictado. A través de mediadores, podemos tener un verdadero intercambio”, declaró Araghchi, citado por IRNA.
La reunión en Mascate contará con la participación del enviado especial estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, y será moderada por el ministro de Asuntos Exteriores de Omán. La elección de Witkoff, un empresario inmobiliario y colaborador cercano del presidente Donald Trump, refuerza la dimensión transaccional y política del proceso, según analistas.
Paralelamente, el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Andrei Rudenko, informó que Rusia, China e Irán celebraron consultas en Moscú el 8 de abril para coordinar posiciones sobre el futuro del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC). Las partes buscan una postura común antes de la expiración de la actual resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Irán.
“Estamos evaluando distintos escenarios tras el 18 de octubre. Coordinaremos posiciones entre los tres países”, dijo Rudenko.
Esta coordinación trilateral refuerza el eje Moscú-Pekín-Teherán, que se posiciona como contrapeso a los intentos de Washington de imponer un nuevo acuerdo bajo sus propios términos.
El proceso diplomático ha generado tensiones en Israel, donde el primer ministro Benjamin Netanyahu ha reiterado su exigencia de que cualquier acuerdo incluya la “destrucción total” de las instalaciones nucleares iraníes, bajo supervisión exclusiva de EE.UU. En caso contrario, advirtió que no se descarta una acción militar.
“Lo hablé extensamente con el presidente Trump. Irán no puede retrasar más las negociaciones”, afirmó Netanyahu en un mensaje antes de abandonar Washington.
Fuentes diplomáticas indicaron que Trump no apoyó plenamente las exigencias israelíes, lo que podría explicar la cancelación de una conferencia de prensa conjunta tras su reunión con Netanyahu en la Casa Blanca.
Como informara SoyArmenio.com, en paralelo a las negociaciones nucleares, se han producido movimientos geopolíticos clave en la región. Según informó la agencia Anadolu, el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan habría pospuesto su visita a Italia, mientras que el primer ministro italiano Giorgia Meloni se prepara para viajar a Washington.
Además, se espera que el presidente sirio Ahmed al-Sharaa visite Ankara esta semana para firmar un acuerdo sobre el establecimiento de bases militares turcas en aeropuertos sirios, lo que añade una nueva dimensión al ya complejo panorama regional.
La posible triangulación entre Estados Unidos, Irán y Rusia, junto con las crecientes tensiones entre Israel, Turquía y Siria, sugiere que el proceso de diálogo indirecto sobre el programa nuclear iraní es solo una parte de un juego diplomático de mayor alcance. En este contexto, la mediación de Omán y la participación de actores no convencionales como Steve Witkoff podrían marcar el inicio de un nuevo formato de negociación multilateral, menos institucional y más personalizado.
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