El gobierno de Irán ha denunciado que en Estados Unidos hay «falta de seriedad » de alcanzar un acuerdo diplomático sobre su programa nuclear, luego de que el expresidente Donald Trump anunciara nuevas sanciones secundarias dirigidas a empresas y países que continúen adquiriendo petróleo iraní. En un comunicado emitido el 2 de mayo, el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní reafirmó el compromiso de Teherán con una solución diplomática, pero advirtió que no aceptará presiones ni amenazas.
“La continuación de estas políticas no cambiará la firme posición de Irán en la defensa de sus derechos legítimos”, subrayó el ministerio. “Probar métodos fallidos sólo conducirá a la repetición de fracasos pasados”.
La declaración se produce en un contexto de tensión renovada entre ambos países, agravada por el anuncio de Trump en la red Truth Social:
“No se les permitirá hacer negocios con los Estados Unidos de América de ninguna manera”, escribió el expresidente, al referirse a quienes mantengan vínculos comerciales con Teherán.
Sanciones secundarias: presión extraterritorial de Washington
Las llamadas sanciones secundarias son medidas económicas impuestas por EE.UU. a terceros países o entidades que hagan negocios con Estados sancionados. En este caso, se aplican a cualquier actor que mantenga transacciones con el sector energético iraní, una fuente clave de ingresos para Teherán. Esta medida, considerada por Irán como una violación del derecho internacional, amenaza con aislar aún más al país del sistema financiero global.
Según fuentes citadas por Al Mayadeen, el reciente aplazamiento de la cuarta ronda de conversaciones en Roma fue motivado por “posiciones contradictorias de Washington” y por el intento estadounidense de modificar unilateralmente los términos previamente acordados del marco negociador.

Teherán mantiene sus líneas rojas
A pesar de las sanciones, Irán insiste en que no renunciará a sus capacidades de defensa ni al enriquecimiento de uranio, que considera parte de su derecho soberano al uso pacífico de la energía nuclear, como contempla el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
“Durante las primeras tres rondas de negociaciones, Irán ha buscado llegar a un acuerdo justo dentro de marcos específicos que permitan el uso pacífico de la energía nuclear”, señala el comunicado del Ministerio.
Como informara SoyArmenio.com, el Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, endureció el tono al exigir que Irán cese actividades consideradas inaceptables para Washington:
“Tienen que dejar de patrocinar terroristas, de ayudar a los hutíes en Yemen, de construir misiles de largo alcance y de enriquecer uranio”, declaró Rubio a Fox News.
Estas exigencias han sido rechazadas reiteradamente por Teherán. Un funcionario iraní citado por Reuters afirmó que la nueva fecha para las negociaciones dependerá del “enfoque de Estados Unidos”.
Una diplomacia frágil y polarizada
Las actuales negociaciones nucleares entre Irán y EE.UU. se desarrollan de forma indirecta, con la mediación de países como Omán y Rusia. El aplazamiento de la cuarta ronda, inicialmente prevista para el 4 de mayo en Roma, refleja las crecientes dificultades para mantener abierto el canal diplomático. A pesar de ello, Irán asegura seguir comprometido con la vía del diálogo, mientras acusa a EE.UU. de utilizar el proceso como una herramienta de presión.
En palabras del Ministerio iraní:
“No aceptaremos presiones ni amenazas que violen el derecho internacional y atenten contra los derechos del pueblo iraní”.
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