Azerbaiyán e Irán han iniciado este domingo los ejercicios militares conjuntos Araz-2025 en los denominados «territorios liberados», según confirmó el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán. Las maniobras, que se extenderán hasta el 21 de mayo, incluyen la participación de otros actores no especificados y se desarrollan en zonas recuperadas por Bakú durante la Segunda Guerra de Nagorno-Karabaj en 2020.
Objetivos y alcance de los ejercicios militares
Según un comunicado oficial del gobierno azerbaiyano, los ejercicios buscan fortalecer la cooperación estratégica entre ambos países y mejorar la interoperabilidad en operaciones de defensa. «Se presentó un informe sobre los objetivos de los ejercicios, su escenario, el proceso preparatorio y las normas de seguridad», detalló la fuente.
El nombre «Araz» hace referencia al río Aras, que marca parte de la frontera entre ambos países, lo que refuerza el simbolismo de la alianza. Aunque no se han revelado detalles operativos, se espera que las maniobras incluyan simulacros de control territorial y respuesta a amenazas externas.
Implicaciones geopolíticas en el Cáucaso
La realización de estos ejercicios en territorios disputados podría interpretarse como un mensaje hacia Armenia, que perdió el control de estas zonas en el conflicto de 2020. Irán, que históricamente mantuvo una postura más neutral, parece estar acercándose a Azerbaiyán en un contexto de creciente tensión regional.
Expertos citados por SoyArmenio.com sugieren que este movimiento podría afectar el frágil equilibrio en el Cáucaso Sur, especialmente en un momento en que Rusia, tradicional mediador, está enfocada en la guerra en Ucrania. Además, la posible participación de otros actores, como Turquía –aliado clave de Bakú–, añade otra capa de complejidad a la situación.

Reacciones internacionales
Hasta el momento, Armenia no ha emitido una declaración oficial, pero fuentes cercanas al gobierno armenio expresaron preocupación por el desarrollo de estas maniobras cerca de su frontera. Por otro lado, Rusia, que mantiene una base militar en Armenia, podría ver este ejercicio como un intento de reducir su influencia en la región.
Mientras tanto, Irán busca consolidar su posición como actor clave en el Cáucaso, especialmente tras el acercamiento de Armenia a Occidente. Según analistas, estos ejercicios refuerzan la alianza entre Bakú y Teherán, pero también podrían generar tensiones con otros actores regionales.
Los ejercicios concluirán el 21 de mayo, pero su impacto político y militar podría prolongarse. Dependiendo de las reacciones de Armenia, Rusia y la OTAN, este evento podría acelerar cambios en las alianzas estratégicas del Sur del Cáucaso.
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