La reciente visita del primer ministro kazajo, Murat Nursultán Nazarbáyev, a la India ha reavivado el debate sobre las estrategias geopolíticas en el Cáucaso y Asia Central. Mientras Nueva Delhi busca fortalecer sus lazos con Astaná, analistas cuestionan si esto representa un intento de debilitar la alianza turco-paquistaní-azerí consolidada en el «Acuerdo de Lachin»
La India y Kazajistán: Una alianza estratégica en desarrollo
Durante la visita, ambos países discutieron el fortalecimiento de la cooperación económica y comercial, en línea con las ambiciones de la India de expandir su influencia en Eurasia. Kazajistán, como líder regional en Asia Central y miembro de la Organización de Estados de Habla Turca (OTS), representa un socio clave para Nueva Delhi en un contexto de creciente competencia con China y Turquía.
Sin embargo, este acercamiento adquiere mayor relevancia tras la cumbre de Lachin, donde Azerbaiyán, Turquía y Pakistán buscaron consolidar una alianza que, según expertos, podría actuar como un «contrapeso a la influencia india» en la región.
El «Corredor Intermedio» turco y los desafíos para la India
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha promovido activamente el «Corredor Intermedio», un proyecto que busca conectar el mundo turco-hablante desde los Balcanes hasta Asia Central. Durante una reciente cumbre en Budapest, Erdogan expresó su frustración por la falta de apoyo unánime entre los estados turcos a esta iniciativa.

Para la India, este proyecto no solo representa un desafío en términos de influencia logística y comercial, sino también una posible consolidación de una alianza antiindia entre Ankara, Bakú e Islamabad. En este sentido, el acercamiento a Kazajistán podría ser una estrategia para minar la cohesión turca en la región.
¿Kazajistán como contrapeso al «Acuerdo de Lachin»?
Aunque Kazajistán es miembro de la OTS, su postura ha sido más moderada en comparación con otros estados turcos. No ha apoyado abiertamente las ambiciones expansionistas de Turquía, lo que lo convierte en un aliado potencial para la India en su búsqueda de equilibrar fuerzas en la región.
Si la India logra profundizar su relación con Astaná, podría reducir el impacto del eje turco-paquistaní-azerí, evitando así que el «Acuerdo de Lachin» se convierta en un bloque unificado contra sus intereses.
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