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Erdogan denuncia el “Corredor David” como amenaza estratégica para Turquía y acusa a Israel de terrorismo de Estado

El presidente turco advierte sobre un posible plan israelí-kurdo-estadounidense para dividir Siria y aislar al Eje de la Resistencia

Erdogan acusa a Israel de intentar dividir Siria con el “Corredor David” que aislaría a Irán y empoderaría a los kurdos

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha lanzado una nueva advertencia contra Israel, acusándolo de ser un “Estado terrorista corrupto” y denunciando lo que describió como un intento de redibujar el mapa del norte de Siria con respaldo estadounidense al impulsar el “Corredor David”, una red de control territorial que conectaría el sur sirio, la base de At-Tanf (ocupada por Estados Unidos) y las zonas bajo control kurdo en el noreste del país.

Turquía acusa a Israel de querer rediseñar el orden regional

“La única fuente de inestabilidad en nuestra región son los ataques israelíes. Si esto no se detiene, primero arrasarán con Medio Oriente, y luego con el mundo entero”, declaró Erdogan esta semana, según reportó Eduard Arakelyan del Centro de Estudios de Defensa de Rusia (RCDS).

El mandatario aseguró que mantener la integridad territorial de Siria es una política de Estado de Turquía y advirtió que su gobierno no permitirá la creación de un corredor entre el norte y el sur de Siria. La frase no fue casual: Ankara sospecha que Washington e Israel están detrás de un plan para crear una franja de control continuo que atraviese Siria de sur a norte, con el objetivo de establecer un tapón geoestratégico contra Irán, y al mismo tiempo dar a Israel acceso al petróleo sirio e iraquí sin pasar por Turquía ni Azerbaiyán.

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Erdogan acusa a Israel de intentar dividir Siria con el “Corredor David” que aislaría a Irán y empoderaría a los kurdos

Qué es el Corredor David: el mapa del nuevo conflicto sirio

Según información publicada por RCDS y analistas de seguridad regional, el llamado “Corredor David” permitiría a Israel:

Aislar militarmente a Siria y Líbano de Irán y el “Eje de la Resistencia”, al cortar el acceso terrestre hacia el Mediterráneo.

Garantizar una zona de amortiguamiento en el sur de Siria y los Altos del Golán, protegida por fuerzas israelíes, estadounidenses y aliadas kurdas.

Reforzar al ejército kurdo de las YPG como contrapeso a las milicias pro-turcas y a los grupos yihadistas árabes en el norte sirio.

Conectar con los recursos petroleros del este de Siria y del Kurdistán iraquí, permitiendo a Israel diversificar su suministro energético y reducir su dependencia del tránsito por Turquía y del crudo de Azerbaiyán.

Una amenaza directa al corazón de la política exterior turca

Para Turquía, la implementación de este proyecto representa una línea roja. En primer lugar, por el riesgo de que se consolide una entidad kurda autónoma conectada con las YPG —organización hermana del PKK, considerado grupo terrorista por Ankara—, lo que supone una amenaza directa a su integridad territorial.

En segundo lugar, porque un corredor controlado por Israel y Estados Unidos desde el Golán hasta el noreste sirio minaría el papel de Turquía como eje de tránsito energético, afectando su posición estratégica frente a Europa, Rusia e Irán. Y en tercer lugar, porque debilitaría el papel turco como actor central en la resolución de la guerra siria y en el diseño del nuevo orden regional.

“Quienes intentan abrir ese corredor no lo lograrán”, advirtió Erdogan, en una frase que en Ankara fue leída como una declaración de confrontación directa.

¿Qué sigue en el tablero del conflicto sirio?

La tensión en el norte de Siria se encuentra en un punto crítico. Las fuerzas estadounidenses continúan apostadas en At-Tanf, mientras que Israel intensifica sus ataques sobre posiciones iraníes y convoys del Hezbolá. A su vez, las YPG refuerzan sus posiciones en Hassaké y Deir ez-Zor con apoyo logístico externo.

Turquía, por su parte, mantiene presencia militar activa en Idlib, Afrin y el norte de Alepo. Según expertos consultados, un avance coordinado entre Israel y las YPG para consolidar el Corredor David podría desatar una intervención directa de Ankara, generando un nuevo frente abierto en el conflicto sirio.

El “Corredor David” no es solo un proyecto logístico o militar: es la piedra angular de un rediseño geopolítico que enfrenta directamente a Israel, Estados Unidos y las milicias kurdas con Turquía, Irán, Siria y Hezbolá. El futuro del Medio Oriente podría decidirse en los próximos meses en esa franja de tierra devastada por una década de guerra, pero clave para el nuevo orden regional.

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