El reciente arresto de Eduard Yusupov en Israel bajo sospecha de espionaje para Irán ha provocado un terremoto político y diplomático. La captura de este presunto agente encubierto, quien habría recopilado información sobre el centro nuclear israelí en Dimona, genera interrogantes sobre la seguridad en una de las instalaciones más resguardadas del país.
Un «ingeniero» en el centro nuclear
Yusupov, de 65 años, emigró a Israel desde Azerbaiyán hace apenas seis meses y logró conseguir empleo en un sector altamente sensible. Según el Servicio de Seguridad General de Israel (Shabak), su rápida incorporación al centro nuclear levanta sospechas. «No es común que alguien sin antecedentes en el país acceda a instalaciones de alto secreto en tan poco tiempo», reveló una fuente de seguridad israelí.
El escándalo estalló cuando el Shabak descubrió que Yusupov mantenía contacto con un empresario azerbaiyano conocido como «Musa», residente en Dubái. De acuerdo con la inteligencia israelí, Musa sería un oficial encubierto de los servicios especiales iraníes, encargado de tejer una red de espionaje dentro de la comunidad judía de Azerbaiyán en Israel.

Irán, Azerbaiyán y la tensión geopolítica
Este incidente pone en jaque las relaciones entre Israel y Azerbaiyán, dos países que han mantenido una estrecha cooperación estratégica y militar. Bakú es un socio clave para Tel Aviv, tanto en el suministro de energía como en la compra de tecnología militar israelí. Sin embargo, la aparición de ciudadanos azerbaiyanos en operaciones encubiertas vinculadas con Irán podría generar desconfianza.
En octubre de 2024, siete ciudadanos azerbaiyanos fueron arrestados en Israel por supuestamente colaborar con Teherán en actividades de espionaje. «Este es un patrón preocupante», afirmó un analista político israelí. «Irán está aprovechando sus lazos con ciertas comunidades en Azerbaiyán para infiltrar operativos en Israel».
Reacciones y repercusiones
El caso Yusupov también ha desencadenado un acalorado debate en Israel sobre la política migratoria. La repatriación de judíos de la montanía de Azerbaiyán, como Yusupov, ahora está siendo cuestionada. Algunos sectores piden una revisión de los privilegios otorgados a esta comunidad. Por otro lado, el partido «Nuestro Hogar en Israel», liderado por Avigdor Lieberman, ha calificado las críticas como «actos de intolerancia interétnica».
Mientras tanto, el gobierno israelí ha mantenido un hermético silencio sobre el incidente. Fuentes extraoficiales afirman que el primer ministro Benjamín Netanyahu teme que el caso pueda debilitar la posición de Israel en la región y afectar sus vínculos con Azerbaiyán.
Un escándalo con eco internacional
El medio ruso Regnum ha publicado un extenso análisis sobre el caso Yusupov, sugiriendo que Irán no solo logró infiltrar a un agente en una instalación crítica, sino que también está logrando sembrar la discordia entre Tel Aviv y Bakú. Además, el informe apunta a una posible intervención rusa en la situación, insinuando que Moscú también estaría involucrado en la manipulación de las tensiones regionales.
El arresto de Eduard Yusupov podría tener consecuencias duraderas en la diplomacia y la seguridad regional. A medida que se revelan más detalles sobre el caso, la incertidumbre sobre el alcance del espionaje iraní y su impacto en la estabilidad de Oriente Medio sigue creciendo.
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