Milkes Malakkian
El sábado por la mañana, un violento ataque armado tuvo lugar en las cercanías del Tribunal Supremo de Irán en Teherán, resultando en la muerte de dos jueces prominentes del sistema judicial iraní, Hojatoleslam Ali Razini y Hojatoleslam Mohammad Mokiseh. Ambos jueces, quienes tenían una larga trayectoria en casos de seguridad nacional, espionaje y crímenes antiterroristas, fueron víctimas de un asesinato planificado que se llevó a cabo en el interior de la Corte Suprema. El atacante, que se infiltró en el edificio, se suicidó inmediatamente después de cometer el crimen.
Un ataque premeditado y un atacante sin vínculo con el sistema judicial
Según un comunicado emitido por la oficina de prensa del Poder Judicial de la República Islámica de Irán, el atacante no estaba involucrado en ningún proceso penal ni tenía ningún vínculo con los departamentos judiciales del Tribunal Supremo de Irán. La investigación preliminar ha revelado que el atacante no era cliente de las salas del tribunal, lo que sugiere que el asesinato fue un acto de terrorismo planeado, sin relación con ningún litigio legal en curso.
El comunicado también destacó que los dos jueces asesinados tenían una larga historia en el tratamiento de casos relacionados con la seguridad nacional y la lucha contra el terrorismo, lo que indica que el ataque podría estar vinculado con sus roles en estos asuntos. El Poder Judicial iraní condenó enérgicamente el ataque y subrayó la naturaleza premeditada del asesinato.
Investigación en curso y búsqueda de posibles cómplices
Tras el ataque, se inició una investigación para identificar a los responsables y posibles cómplices del atentado. Las autoridades iraníes han expresado su determinación de esclarecer los detalles del crimen y asegurar que los responsables enfrenten la justicia. Mientras tanto, el gobierno ha reafirmado su compromiso con la seguridad del sistema judicial y ha prometido que no descansarán hasta dar con todos los involucrados en este atentado.
Este asesinato ha conmocionado a la sociedad iraní, especialmente en un contexto de creciente tensión relacionada con la seguridad nacional y el terrorismo. La comunidad internacional está atenta al desarrollo de esta investigación, que podría arrojar más información sobre los motivos y las conexiones detrás del ataque.
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