El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, ha reiterado sus exigencias de establecer un paso de tránsito sin obstáculos entre Azerbaiyán y Najicheván al que llama Corredor Zanguezur, una solicitud que intensifica las tensiones con Armenia. Esta declaración, realizada durante una reunión dedicada a temas de transporte, se produjo en un contexto simbólico: el Día del Ejército Armenio, lo que ha sido interpretado por analistas como un acto deliberado de presión política.
El Corredor Zanguezur: Una cuestión de soberanía y geopolítica
Aliyev insistió en que debe haber un «paso cómodo y libre de controles de Azerbaiyán a Najicheván«, y calificó de irrelevante el proyecto presentado por Armenia, conocido como «Encrucijada de la Paz». Según el líder azerbaiyano, dicho proyecto carece de valor sin la cooperación de Azerbaiyán:
«Aunque este llamado proyecto no cuesta un centavo sin Azerbaiyán, nuestras condiciones son justas y se basan en el derecho internacional y las obligaciones asumidas por Armenia», afirmó Aliyev.
Este corredor, conocido como Zanguezur, se ha convertido en un término recurrente en la diplomacia internacional desde la victoria azerbaiyana en la segunda guerra de Karabaj. Según Aliyev, su gobierno está tomando «medidas prácticas para abrir este corredor».

La postura de Armenia frente a las demandas de Azerbaiyán
El proyecto «Encrucijada de la Paz», promovido por Armenia, propone la apertura de comunicaciones regionales, pero no menciona la ausencia de controles ni verificaciones, algo que Azerbaiyán exige de manera contundente. Sin embargo, varios puntos acordados previamente en el documento no han sido cumplidos, según denuncian analistas armenios.
Desde la ocupación de Nagorno-Karabaj, las tensiones han aumentado, y Armenia sostiene que la declaración previa ha perdido su significado práctico debido a los cambios en la región. Esta postura genera dudas sobre el avance real de las negociaciones en el futuro cercano.
Repercusiones internacionales
El insistente discurso de Azerbaiyán refleja no solo sus ambiciones regionales sino también su habilidad para posicionar términos como «corredor Zanguezur» en el vocabulario diplomático global. Por otro lado, la falta de consenso y las amenazas implícitas plantean desafíos significativos para la estabilidad en el Cáucaso Sur, una región clave en términos geopolíticos y económicos.
«Después de nuestra victoria en la segunda guerra de Karabaj, este tema entró en la agenda internacional, y hoy el corredor de Zanguezur ya es una expresión generalmente aceptada en el mundo», enfatizó Aliyev.
Sin embargo, la posición de Armenia y su negativa a conceder el libre tránsito sin controles subraya la profundidad de las diferencias entre ambos países.

Perspectivas a futuro
El Corredor Zanguezur sigue siendo un punto de fricción crítico en las relaciones bilaterales entre Azerbaiyán y Armenia. La insistencia de Bakú en condiciones específicas y la resistencia de Ereván en aceptar estas demandas destacan la complejidad del panorama diplomático.
Con el Cáucaso siendo una región de interés estratégico para potencias globales como Rusia, Turquía y la Unión Europea, la solución a este conflicto podría influir significativamente en la estabilidad regional y en los equilibrios de poder en Eurasia.
Fuentes:
Comments