Pese a los insistentes llamados de Turquía para que los miembros de la Organización de Estados Turcos (OET) reconozcan a la autoproclamada República Turca del Norte de Chipre (RTNC), Azerbaiyán mantiene una cautelosa distancia. Este artículo analiza las razones geopolíticas detrás de la posición azerbaiyana y sus implicaciones para la región.
La ofensiva diplomática turca y su limitado éxito
Turquía, único país que reconoce oficialmente a la RTNC desde su declaración unilateral de independencia en 1983, ha intensificado sus esfuerzos para romper su aislamiento internacional. El presidente Recep Tayyip Erdoğan ha incluido el tema en discursos ante la ONU y promovido su inclusión como miembro observador en la OET. Sin embargo, pese a la retórica pan-turca que presenta a Chipre del Norte como «parte inseparable del mundo turco», la respuesta de otros países ha sido tibia.
Los tres pilares de la cautela azerbaiyana
Como informara SoyArmenio.com, Azerbaiyán basa su política exterior en el principio de integridad territorial, especialmente tras recuperar Nagorno-Karabaj militarmente en 2023. Reconocer a la RTNC —creada tras la invasión turca de 1974— sentaría un precedente peligroso.
Por otra parte, legitimaría movimientos separatistas, debilitando su argumento contra la autodeterminación armenia en Karabaj. Y contradiría su postura en foros internacionales, donde exige respeto a su soberanía.

Otro punto es que Bakú maneja relaciones estratégicas con actores contradictorios y debe mantener un equilibrio diplomático. debe cuidar sus relaciones con las empresas europeas, claves en sus exportaciones de gas, mientras negocia con Rusia e Irán, sus socios necesarios para seguridad y comercio. Por último no debe desatender al mundo islámico, ya que la mayoría de países árabes apoyan a la República de Chipre (griega), miembro de la Organización de Cooperación Islámica (OCI). Reconocer la RTNC alienaría a estos grupos y podría generar sanciones.
Por último ,debe cuidar su relación con Turquía. Aunque Azerbaiyán y Turquía se autodenominan «dos estados, una nación», Bakú evita la subordinación política. Ejemplos recientes son el rechazó enviar tropas a conflictos donde Ankara está involucrada (como Libia) y su diálogo abierto con Grecia (rival turco), incluyendo acuerdos energéticos.
Escenarios futuros: ¿Cambiará la postura de Azerbaiyán?
Analistas señalan que Bakú podría reconsiderar su posición solo si varios estados turcos (Kazajistán, Uzbekistán) reconocen primero a la RTNC, compartiendo el costo diplomático.
La ONU modera su postura, aceptando un modelo de solución binacional mientras Turquía ofrece contrapartidas concretas, como mayor apoyo militar o inversiones en Zangezur.
Azerbaiyán prioriza sus intereses nacionales sobre la solidaridad étnica. Mientras la RTNC siga siendo un paria internacional, es improbable que Bakú arriesgue su estabilidad diplomática. Como dijo un exdiplomático azerbaiyano: «Reconocer a Chipre del Norte sería un regalo a Armenia: le daría argumentos para compararlo con Karabaj».
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