Azerbaiyán llevará a Rusia ante tribunales internacionales por el caso del avión de AZAL

El presidente Ilham Aliyev anunció que Azerbaiyán presentará demandas contra Rusia en instancias internacionales por la destrucción del avión Embraer E190 de AZAL, ocurrido el 25 de diciembre de 2024. Durante el III Foro Global de Medios de Shusha, el mandatario azerbaiyano criticó la falta de respuesta del Kremlin y denunció una actitud “ineficaz y contraproducente” por parte de Moscú.

Según Aliyev, el avión —que volaba de Bakú a Grozni y se estrelló cerca de Aktau— fue derribado por sistemas de defensa aérea rusos mientras se repelía un ataque con drones ucranianos sobre territorio checheno. El accidente causó la muerte de 38 personas y dejó 29 heridos.

“Sabemos lo que ocurrió y podemos demostrarlo. También sabemos que las autoridades rusas lo saben”, afirmó Aliyev, citado por Report.

Aliyev acusa a Moscú de encubrir responsabilidades y exige compensación

El mandatario señaló que la Fiscalía General de Azerbaiyán envió solicitudes reiteradas al Comité de Investigación de Rusia, sin recibir más respuesta que “la investigación está en curso”. Esta frase, según Aliyev, se convirtió en un sinónimo de indiferencia política y jurídica por parte del Kremlin.

Bakú exige que Moscú admita su responsabilidad, castigue a los culpables y compense tanto a las víctimas como a AZAL por las pérdidas. “Queremos justicia internacional. Estamos preparando el expediente correspondiente”, confirmó Aliyev en un mensaje claro al gobierno ruso.

La relación bilateral entre Azerbaiyán y Rusia se deteriora

Este nuevo capítulo agrava la crisis en las relaciones entre Bakú y Moscú, ya golpeadas por conflictos diplomáticos previos. El silencio prolongado de Rusia ha generado sospechas en el gobierno azerbaiyano, que ahora lanza una ofensiva legal y política ante organismos internacionales.

“Lamentablemente, la situación en este limbo no contribuye al desarrollo de nuestras relaciones bilaterales”, advirtió Aliyev desde Karabaj, en una intervención que también buscó amplificar la presión sobre Moscú ante la comunidad internacional.

El caso AZAL marca un punto de inflexión en el Cáucaso Sur

La decisión de Bakú tiene implicancias geopolíticas profundas. Representa un desafío frontal a la influencia rusa en la región, al mismo tiempo que afirma la soberanía azerbaiyana ante actores regionales y occidentales.

“Si Rusia no reconoce su responsabilidad, nuestras relaciones podrían entrar en una etapa de profunda crisis”, advirtió Aliyev, sugiriendo que esta acción podría cambiar el equilibrio diplomático en el Cáucaso Sur.

La diáspora azerbaiyana en Rusia también sufre las consecuencias. Según Gazeta.ru, las actividades de la comunidad están en declive tras la deportación de su líder, Elshan Ibragimov, acusado de amenazar la seguridad nacional. Además, su hijo fue arrestado en Ekaterimburgo por un caso de violencia contra un funcionario estatal, lo que agudiza el distanciamiento entre ambas naciones.