En una señal de creciente presión diplomática, Rusia ha instado públicamente a Azerbaiyán a reconocer la soberanía rusa sobre Crimea y otras regiones ocupadas en Ucrania, invocando como precedente su propio reconocimiento de Nagorno-Karabaj como territorio azerbaiyano.
La declaración fue revelada por una fuente oficial citada por la agencia rusa RIA Novosti, en el marco de una polémica entre Moscú y Bakú tras las palabras del asesor presidencial ruso Vladímir Medinski, quien comparó el este de Ucrania con “un enorme Karabaj”, en referencia a la prolongada disputa entre Armenia y Azerbaiyán.
“Dado el carácter aliado de las relaciones entre Rusia y Azerbaiyán, consagrado en la Declaración del 22 de febrero de 2022, esperamos que Bakú reconozca la pertenencia de Crimea, Sebastopol, las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, así como de Zaporiyia y Jersón a nuestro país”, señaló la fuente citada por RIA.
El comentario de Medinski a RT, en el que advirtió que si el conflicto en Ucrania no termina con una paz real, esa región podría transformarse en “un enorme Karabaj”, fue recibido con molestia en Bakú, que emitió una nota oficial calificando de “sorprendente y lamentable” la equiparación de Karabaj con un “territorio disputado”.
En respuesta, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajárova, intentó suavizar la tensión aclarando que “Rusia reconoce oficialmente a Karabaj como parte de Azerbaiyán”, y que los comentarios de Medinski hacían referencia al contexto histórico y sociocultural del conflicto.
“No es necesario arrancar formulaciones del contexto y reorganizar las palabras, dándoles un significado completamente diferente”, dijo Zajárova, según TASS.

Rusia exige reciprocidad geopolítica
El trasfondo de esta controversia revela un interés más amplio de Moscú: reforzar el reconocimiento internacional de la anexión de territorios ucranianos. Mientras la mayoría de la comunidad internacional, incluida Azerbaiyán, no reconoce la soberanía rusa sobre Crimea ni sobre los territorios ocupados durante la guerra en Ucrania, el Kremlin parece querer capitalizar su respaldo al control azerbaiyano sobre Karabaj como moneda de cambio diplomático.
Según Wikipedia, la anexión de Crimea por Rusia en 2014 fue ampliamente condenada por la comunidad internacional, y ni siquiera países aliados de Moscú como China o Serbia han reconocido formalmente la incorporación de los territorios ucranianos.
Esta presión rusa ocurre en un momento en que Azerbaiyán fortalece su perfil internacional y multiplica sus relaciones con países occidentales, Israel y Turquía, tratando de mantener una política exterior independiente. Reconocer Crimea como rusa socavaría esa estrategia y lo alinearía más estrechamente con el bloque euroasiático liderado por Moscú.
Karabaj: un precedente incómodo
El reclamo ruso también deja al descubierto el uso instrumental del conflicto de Nagorno-Karabaj para fines geopolíticos. Moscú ha defendido con fuerza la integridad territorial de Azerbaiyán desde la guerra de 2020, pero busca ahora que Bakú devuelva el gesto legitimando la ocupación rusa de territorios ucranianos.
En declaraciones previas, el propio presidente ruso Vladímir Putin sostuvo que la situación de Karabaj debía resolverse respetando la soberanía azerbaiyana, lo que provocó críticas en Armenia, donde se percibió como una traición al papel tradicional de Rusia como garante de seguridad en el Cáucaso Sur.
Comments