SoyArmenio
El proceso de apropiación cultural por parte de Azerbaiyán tomó un nuevo giro con el inicio de acciones destinadas a reivindicar como propio el monumento «Somos Nuestras Montañas«, un emblema profundamente significativo para los armenios de Nagorno-Karabaj. El monumento, conocido popularmente como «Abuelo y Abuela», ha sido un símbolo de la identidad armenia en la región desde su creación en 1967.
El monumento, creado por el escultor armenio Sargis Baghdasaryan y el arquitecto Yuri Akobyan, representa a una pareja de ancianos armenios con una expresión de orgullo y resistencia. Fue esculpido en toba roja traída de Armenia, y según Baghdasaryan, los personajes fueron inspirados por sus propios abuelos. Este símbolo ha sido interpretado como una afirmación de las raíces milenarias y la indomable voluntad de los armenios en Artsaj.
Reivindicación azerbaiyana
En los últimos días, el sitio web azerbaiyano Cultura de Azerbaiyán publicó una declaración que reivindica el monumento como parte de su patrimonio nacional. Afirman que el monumento fue erigido en la ciudad de Khankendi (nombre azerbaiyano para Stepanakert) con fondos del presupuesto del Azerbaiyán soviético, lo que, según ellos, lo convierte en un símbolo multicultural y nacional-religioso de Azerbaiyán. Esta narrativa pretende despojar al monumento de su asociación armenia y reinterpretarlo dentro de un contexto azerbaiyano.
El sitio web Monument Watch, que supervisa el patrimonio cultural de Nagorno-Karabaj (Artsaj), ha señalado que esta es una maniobra de Azerbaiyán para apropiarse del monumento y distorsionar su significado original. A lo largo de los años, las autoridades azerbaiyanas se han resistido a tocar el monumento, pero con la reciente ocupación de Artsaj, ha surgido una nueva narrativa que busca eliminar cualquier vestigio de la identidad armenia en la región.
Implicaciones de la apropiación
La apropiación de «Somos Nuestras Montañas» no es solo una cuestión de reivindicación cultural; también es un reflejo de las tensiones políticas y étnicas en la región. El intento de Azerbaiyán de reinterpretar el monumento en su favor viola la Convención de la ONU sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de 2005, la cual enfatiza la necesidad de respetar y preservar la diversidad cultural, especialmente cuando se trata de minorías y pueblos indígenas.
Como informa SoyArmenio, la comunidad armenia, tanto en Nagorno-Karabaj como en la diáspora, ha expresado su indignación por estos intentos de apropiación. Se han lanzado campañas para preservar la integridad del monumento y su verdadero significado. Estos esfuerzos subrayan la importancia de reconocer y proteger el patrimonio cultural como un medio de resistencia contra la asimilación forzada y la destrucción de identidades culturales.
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