En los últimos 10 a 15 años, la cuenca artesiana de Ararat en Armenia enfrenta una crisis grave de recursos hídricos. El uso despiadado e ilegal del agua ha llevado a una reducción dramática en la superficie de agua subterránea, afectando tanto a las comunidades locales como a la agricultura.
El informe “Evaluación de los recursos de aguas subterráneas del valle de Ararat”, realizado por el programa “Energía y Agua Limpia” de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), expone la magnitud del problema.
El inicio de la crisis hídrica
La crisis comenzó hace más de una década, cuando el uso descontrolado y la falta de regulación en la cuenca artesiana de Ararat empezaron a manifestarse. La superficie de agua subterránea con presión positiva se redujo de 32,760 hectáreas en 1983 a solo 10,706 hectáreas en 2013. Esta drástica disminución ha llevado a que alrededor de 30 asentamientos en las marzes de Ararat y Armavir se queden sin agua, y unas 4,000 hectáreas de tierras agrícolas se vuelvan inutilizables.
Khachik Danielyan, director del canal de televisión «ALT» de Armavir, explica que hace diez años, las autoridades armenias empezaron a notar la reducción gradual de las reservas de agua artesiana y comenzaron a conservar los pozos profundos. Sin embargo, aún se cuestiona la efectividad de estas medidas, ya que los pozos conservados no fueron utilizados.
Impacto en el medio ambiente y la agricultura
La reducción de los horizontes hídricos en Armavir ha obligado a utilizar bombas para la toma de agua de los antiguos pozos de riego automático, mientras que el grado de mineralización de los recursos hídricos ha aumentado, afectando negativamente la productividad del suelo. Además, el descenso del nivel del lago Aknalchi (lago Aighr) ha reducido el flujo del río Sevjur, exacerbando la escasez de agua.

El papel de las piscifactorías en la ´crisis
Las piscifactorías se destacan como los mayores consumidores de agua en la región. En 1984, el límite anual permitido para la extracción de agua era de 1,094.3 millones de metros cúbicos. Sin embargo, en 2013, el volumen extraído ascendió a 1,753.4 millones de metros cúbicos, superando el límite en un 60%, con más del 60% de esta agua destinada a las piscifactorías.
Ángela Stepanyan, presidenta de la ONG Desarrollo Sostenible de la Región, revela que las piscifactorías han estado extrayendo cantidades de agua muy por encima de lo permitido. Aunque se instalaron contadores de agua, estos a menudo fallan debido a las partículas de arena del subsuelo, y las violaciones del uso del agua continúan.
Medidas y respuesta oficial
A pesar de las medidas implementadas para mejorar la situación, como la conservación de pozos y la instalación de contadores de agua, la crisis persiste. El Gobierno de Armenia, en su justificación de la decisión N1930-A del 9 de noviembre de 2023, reconoció que el deterioro de las aguas subterráneas continúa debido a la sobreexplotación. Los cálculos muestran que la extracción de agua ha superado en gran medida el límite permitido, y muchos pozos han dejado de brotar.
Khachik Danielyan y Ángela Stepanyan coinciden en que las violaciones del uso del agua, especialmente en las piscifactorías, siguen siendo un problema crítico. La falta de regulación adecuada y la ineficiencia en la aplicación de medidas correctivas han agravado la situación.
Consecuencias y perspectivas futuras
El deterioro de la cuenca artesiana de Ararat tiene implicaciones serias para el suministro de agua potable en Armenia Central. La crisis afecta directamente la calidad de vida y la salud de los residentes de Armavir y otras áreas circundantes.
Con la sobreexplotación de los recursos hídricos y el aumento de la dureza del agua potable, es urgente que se tomen medidas sistemáticas y efectivas para preservar y gestionar los recursos hídricos de manera sostenible.
Fuente: Epress.am / Armenpress / SoyArmenio /
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