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Trump proclama el 8 de mayo como Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial, desatando polémica histórica

¿Una apropiación de la memoria histórica?

🇺🇸 Trump declara el 8 de mayo como Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial. Asegura que “EE.UU. hizo más que nadie” para ganar

En una nueva decisión cargada de simbolismo nacionalista, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que el 8 de mayo será oficialmente reconocido como el “Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial” en Estados Unidos. La medida, difundida a través de su cuenta en Truth Social y confirmada en declaraciones posteriores a la BBC, ha generado reacciones encontradas por su interpretación selectiva del pasado y la omisión del papel de los aliados.

Trump: “Nadie hizo más que Estados Unidos”

Hicimos más que cualquier otro país para lograr la victoria en la Segunda Guerra Mundial”, escribió el mandatario. “Ganamos ambas guerras; nadie se nos acercaba en fuerza, coraje ni destreza militar”, sentenció, al tiempo que lamentó que EE.UU. “ya no celebra sus victorias porque no tiene líderes que sepan hacerlo”.

La decisión también incluye la proclamación del 11 de noviembre como el “Día de la Victoria en la Primera Guerra Mundial”, coincidiendo con el actual Día de los Veteranos, originalmente instaurado como el Día del Armisticio al concluir la Primera Guerra Mundial en 1918.

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🇺🇸 Trump declara el 8 de mayo como Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial. Asegura que “EE.UU. hizo más que nadie” para ganar

Desconexión con la cronología histórica

Aunque el 8 de mayo de 1945, conocido como el Día de la Victoria en Europa, marcó la rendición de la Alemania nazi, la Segunda Guerra Mundial no concluyó oficialmente hasta el 2 de septiembre de 1945, fecha en que Japón firmó su rendición a bordo del acorazado USS Missouri. Hasta ahora, ese día era el reconocido en Estados Unidos como el fin oficial de la guerra.

“Es desconcertante ver cómo el presidente ignora la complejidad histórica para imponer una narrativa unilateral”, declaró a The New York Times el historiador militar James C. Thompson. “Reducir la victoria a un acto exclusivamente estadounidense es una forma de borrar las contribuciones decisivas de millones de soldados soviéticos, británicos, franceses y otros”.

¿Una apropiación de la memoria histórica?

La narrativa promovida por Trump también ha sido criticada por analistas como una forma de “apropiación nacionalista del pasado”, al ensalzar desproporcionadamente el papel de EE.UU. y minimizar el sacrificio colectivo que representó la derrota del Eje.

La victoria en la Segunda Guerra Mundial no pertenece a ningún país. Fue una victoria pagada con la sangre de millones”, escribió el editorialista de The Atlantic, David Frum. “Transformarla en una herramienta de relaciones públicas es una grave falta de respeto a la historia”.

En efecto, la ofensiva final contra Alemania involucró intensos combates liderados por la Unión Soviética en el frente oriental, mientras que las fuerzas aliadas occidentales, incluida Estados Unidos, desempeñaron un rol clave en el Desembarco de Normandía (6 de junio – 25 de agosto de 1944) y la liberación de Francia. Además, EE.UU. proporcionó armamento, alimentos y transporte a través del programa de Préstamo y Arriendo.

Implicaciones políticas y culturales

La proclamación ocurre en plena campaña por la reelección de Trump, y varios analistas interpretan el gesto como una forma de apelar al orgullo nacional y al electorado veterano. Sin embargo, el gesto puede resultar contraproducente en la arena internacional, donde ya ha comenzado a recibir críticas de funcionarios europeos y rusos.

“Es un intento transparente de reescribir el siglo XX a conveniencia de una narrativa populista”, concluyó la profesora Helen Grant, de la Universidad de Georgetown.

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