SoyArmenio
El tribunal anticorrupción de Armenia resolvió en favor del Estado en una nueva causa iniciada por la Fiscalía General contra la empresa Soglasie Armenia, propiedad del poderoso empresario Ara Abramyan, actual presidente de la Unión de Armenios de Rusia. La justicia ordenó anular el derecho de propiedad sobre un terreno ubicado en la estratégica Avenida Norte de Ereván y devolverlo a la comunidad capitalina.
Otro golpe judicial contra los activos de Abramyan
Según consta en la resolución emitida el 25 de julio por el juez R. Avagyan, el terreno de 2859,4 metros cuadrados, donde antiguamente funcionaba el almacén “Mundo Infantil”, fue objeto de una adquisición y registro estatal irregular. La superficie había sido cedida para construcción, pero la Fiscalía demostró que existían violaciones legales y conflicto de interés, por lo que solicitó la revocación del título y la restitución del bien al municipio.
El fallo llega en un contexto de creciente ofensiva contra las redes patrimoniales y políticas asociadas a Abramyan, cuya figura se ha convertido en símbolo de los vínculos del poder económico con los intereses del Kremlin.
¿Quién es Ara Abramyan y por qué incomoda tanto?
Abramyan fue subdirector del Ministerio de Industria Electrónica de la URSS y construyó su fortuna en los años 90 como principal contratista del Kremlin a través de su empresa Soglasie CJSC. En 1997, adquirió terrenos estatales en la codiciada zona de Barvikha por sumas irrisorias. A pesar de las demandas judiciales en Moscú, consolidó su posición y desarrolló allí una aldea de élite.
En Armenia, creó Soglasie Armenia como filial de sus negocios rusos, y desde hace años se apropia de terrenos en zonas urbanas clave, amparado en su peso diplomático, político y económico. El actual gobierno lo considera un operador directo de Moscú, y su influencia incomoda incluso a sectores de la diáspora no alineados con la política del Kremlin.
La Unión de Armenios de Rusia, en pie de guerra
La decisión judicial generó malestar en Moscú. La Unión de Armenios de Rusia, presidida por Abramyan, emitió una declaración reservada en la que calificó la sentencia como “persecución política” y “confiscación arbitraria”. En privado, según fuentes del Parlamento armenio, se preparan campañas mediáticas y diplomáticas para denunciar una supuesta discriminación contra “inversionistas de la diáspora”.
Sin embargo, el gobierno armenio es tajante: “No importa si el acusado es ruso, armenio o marciano: si robó tierra pública, la devolverá”, dijo una fuente del Ministerio de Justicia a este medio.
Una señal clara: en Armenia, la ley empieza a aplicarse también a los poderosos
La recuperación de terrenos usurpados en el corazón de la capital es parte del programa del Ejecutivo para desmontar décadas de corrupción estructural. El caso Abramyan no es aislado: hay otras causas abiertas contra empresarios ligados a intereses extranjeros, especialmente rusos, que operaron con impunidad bajo anteriores gobiernos.
Este caso envía un mensaje claro: la justicia anticorrupción avanza incluso contra figuras con peso internacional y la recuperación de bienes públicos es una prioridad nacional.
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