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Moscú presiona a Armenia a través de Georgia: crece la tensión en el Cáucaso por el tránsito de gas licuado ruso hacia Armenia

Georgia niega bloqueos, pero el gas se encarece en Armenia

Una nueva polémica regional ha estallado en el Cáucaso Sur tras las denuncias sobre la interrupción del tránsito de gas licuado ruso hacia Armenia, presuntamente ejecutada a través de territorio georgiano. Aunque el Servicio de Impuestos de Georgia negó categóricamente estar obstaculizando dicho tránsito, las sospechas de una estrategia encubierta rusa para castigar a Ereván se han instalado con fuerza en medios armenios y redes sociales.

El analista georgiano Paata Zakareishvili fue tajante en su diagnóstico:

Rusia está estrangulando la economía de Armenia con las manos de Georgia. Nos están usando como guante para enviar un mensaje político a Ereván: ‘Compórtense o empeorará’”.

Según Zakareishvili, la actitud de Tiflis hacia el tránsito de mercancías a Armenia históricamente ha sido flexible y amigable. Sin embargo, en las últimas semanas, acciones inusuales como la detención de cargamentos de brandy armenio para «control de calidad» alimentan la percepción de una nueva conducta obstruccionista.

tránsito gas licuado ruso Armenia
Analistas denuncian que Moscú estaría utilizando a Georgia para presionar a Armenia, bloqueando el tránsito de gas licuado ruso.

Georgia niega bloqueos, pero el gas se encarece en Armenia

Desde Ereván, varios medios locales informaron que el precio del gas natural licuado (GNL) —utilizado ampliamente como combustible en Armenia— aumentó un 40 %, coincidiendo con la supuesta interrupción del tránsito por Georgia.

El 16 de julio, el Servicio de Impuestos de Georgia publicó un comunicado en el que negó cualquier tipo de bloqueo.

“Debido al aumento del flujo de carga, todos los trámites aduaneros se realizan con normalidad y agilidad. Los puntos de control operan 24/7”, señaló la institución.

Sin embargo, la percepción pública en Armenia es otra, y crece la sospecha de que la política de Moscú está actuando de manera indirecta para frenar el giro occidental del gobierno de Nikol Pashinyan. Tras años de una relación simbiótica con Rusia en el marco de la OTSC y la Unión Económica Euroasiática, el descontento de Ereván hacia Moscú —especialmente por su pasividad frente a las ofensivas de Azerbaiyán— ha derivado en un alejamiento político, diplomático y militar.

Una guerra silenciosa de presión energética

Según especialistas consultados en medios locales armenios, Rusia estaría utilizando sus herramientas de poder blando, incluyendo el control de rutas energéticas, para golpear a Armenia sin comprometer abiertamente su responsabilidad.

“Estamos viendo cómo se despliega una forma sofisticada de castigo geoeconómico, donde el Kremlin no corta directamente el suministro a Armenia, pero permite o incluso alienta a intermediarios como Georgia a imponer obstáculos logísticos”, comentó un exdiplomático armenio bajo condición de anonimato.

Georgia, país que mantiene relaciones frágiles tanto con Rusia como con Armenia, se encuentra en una posición ambigua: necesita mantener sus rutas abiertas para el comercio regional, pero también navega bajo presión de Moscú, que observa con recelo cualquier facilitación hacia los proyectos de integración euroatlántica impulsados desde Ereván.

¿Un caso aislado o el comienzo de una política regional?

La pregunta que ahora se hacen en Ereván es si este incidente constituye un acto aislado o el inicio de una política sistemática de coerción energética y económica contra Armenia.

Mientras tanto, las inversiones de la Unión Europea en infraestructura y transporte en Armenia continúan en expansión, lo que podría alterar el equilibrio de poder si se consolidan rutas alternativas por Irán o a través de conexiones occidentales con el Mar Negro.

El conflicto silencioso entre Moscú y Ereván parece haber sumado un nuevo capítulo. No hay misiles ni soldados, pero el aumento de precios, la incertidumbre logística y la percepción de aislamiento comienzan a desgastar a la economía armenia en un contexto de extrema vulnerabilidad geopolítica.

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