Las creciente tensión entre Georgia y la Unión Europea están generando un escenario incómodo para Armenia, que depende de su vecino como puente estratégico hacia Europa. Un reciente informe del Parlamento Europeo acusa al partido gobernante «Sueño Georgiano» de acercarse a Rusia, mientras Tiflis rechaza las críticas y reduce su confianza en Bruselas.
La UE advierte sobre un «giro prorruso» en Georgia
La Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo aprobó un informe que critica duramente al gobierno georgiano, con 55 votos a favor, 14 en contra y 4 abstenciones. El documento señala que el partido «Sueño Georgiano» no ha aprovechado la oportunidad histórica para avanzar en su integración con la UE.
Rasa Jukniavichene, eurodiputada lituana, resumió el sentir del debate: «Es un ejemplo de cómo un país puede ser tomado por fuerzas prorrusas sin disparar un solo tiro». La UE incluso evalúa imponer sanciones contra el gobierno de Georgia, lo que marcaría un punto de inflexión en sus relaciones.
En respuesta, el politólogo Demuri Georghelidze defendió que el problema no es represión, sino la debilidad de la oposición: «Si el poder sigue en sus manos, la culpa recae en la oposición descarada. Los europeos han imaginado opositores que no triunfan por su propia incapacidad».
Además, las encuestas del Eurobarómetro muestran que la confianza de los georgianos en la UE cayó del 58% en noviembre de 2024 al 49% en marzo de 2025, reflejando un creciente descontento con las exigencias europeas.

Impacto en Armenia: Cancelación de visita y aislamiento potencial
El conflicto entre Georgia y la UE ya está afectando a Armenia, que depende de su vecino para el comercio y la conectividad con Europa. Recientemente, el ministro de Agricultura de Georgia canceló una visita a Ereván donde se discutirían las exportaciones de brandy armenio, un sector clave para la economía del país.
Mientras tanto, una delegación de la UE, encabezada por el Alto Representante Josep Borrell, visitará Armenia a finales de junio. Este movimiento sugiere que Bruselas busca fortalecer su influencia en Ereván ante el distanciamiento con Tiflis.
Algunos analistas sugieren que la UE podría estar presionando a Georgia para evitar que se convierta en un «puente ruso» hacia Armenia. Sin embargo, no hay pruebas concluyentes de que sea un plan deliberado. Lo cierto es que, si Georgia se aleja de Europa, Armenia podría enfrentar mayores desafíos logísticos y geopolíticos, limitando sus opciones en un momento ya delicado tras su ruptura con la OTSC.
Comments