SoyArmenio
Las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán abrieron fuego este 4 de agosto a las 13:10 contra maquinaria armenia que realizaba obras de infraestructura vial en la región fronteriza de Syunik, informó el Ministerio de Defensa de la República de Armenia. El incidente se produjo a unos 4.500 metros al noreste del pueblo de Verishen, en una zona de interposición. Afortunadamente, no se reportaron víctimas.
“Instamos a la parte azerbaiyana a investigar el tiroteo y a ofrecer explicaciones públicas”, expresó el Ministerio en un comunicado, dejando claro que el gobierno armenio considera el hecho como una provocación directa que viola los compromisos internacionales de no agresión.
Tiroteo en medio de negociaciones clave
El incidente ocurre en un contexto político particularmente delicado: Donald Trump recibirá este viernes a los líderes de Armenia y Azerbaiyán en la Casa Blanca, según informó el periodista estadounidense Alex Raufoglu, corresponsal de la agencia azerbaiyana Turan acreditado ante el Departamento de Estado de EE. UU.
El objetivo no declarado de la cumbre sería firmar un tratado de paz, según fuentes diplomáticas no confirmadas. Consultados por CivilNet, tanto la Oficina del Primer Ministro de Armenia como el Ministerio de Asuntos Exteriores evitaron confirmar o desmentir la noticia. Esto sugiere que las conversaciones podrían estar en una fase extremadamente sensible, donde los gestos simbólicos —como el ataque en Syunik— podrían usarse como presión táctica previa a las negociaciones.
Tensiones fronterizas en aumento
El ataque se produce también en el marco de recurrentes incidentes armados en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán, especialmente tras la ocupación forzada de Artsaj por parte de Bakú en 2023. La región de Syunik, clave para la conectividad entre Armenia e Irán, ha sido uno de los focos más calientes desde el fin de la guerra.
Bakú no ha emitido comentarios oficiales sobre el tiroteo, lo que refuerza la incertidumbre diplomática a pocos días de una posible cumbre internacional. El silencio podría indicar una negativa a asumir responsabilidades, o bien una maniobra para no entorpecer las negociaciones en Washington.
¿Cumbre de paz bajo fuego?
La paradoja es evidente: mientras se planifica un tratado de paz, uno de los firmantes abre fuego contra el otro. Esta dinámica plantea serias dudas sobre la viabilidad de cualquier acuerdo que no contemple mecanismos sólidos de verificación y cumplimiento.
El Gobierno armenio exige claridad, pero también se enfrenta a un dilema diplomático: denunciar demasiado fuerte podría boicotear las negociaciones, mientras callar lo dejaría vulnerable a nuevas provocaciones.
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