El reciente proyecto de ley aprobado por el Parlamento de Armenia sobre el inicio del proceso de adhesión a la Unión Europea (UE) ha generado reacciones en Moscú, donde el viceprimer ministro ruso, Alexei Overchuk, advirtió que Ereván deberá tomar una decisión y elegir entre la UE y la Unión Económica Euroasiática (UEEA).
El dilema de Ereván: ¿Europa o la UEE?
Overchuk fue claro en su mensaje: “No puedes sentarte en dos sillas al mismo tiempo”, subrayando que, si Armenia sigue avanzando hacia la UE, Rusia revisará toda la relación económica con el país.
Actualmente, Armenia forma parte de la UEE, una unión económica liderada por Rusia que también incluye a Bielorrusia, Kazajistán y Kirguistán. De acuerdo con Overchuk, esta alianza ha sido altamente beneficiosa para Armenia, con un comercio bilateral entre ambos países que alcanzó los 12.700 millones de dólares en 2024, un aumento de más del 50%. En contraste, el comercio con la UE se redujo en un 12%, alcanzando solo 2.000 millones de dólares.

Las presiones de Moscú y la respuesta de Armenia
Desde Rusia, las advertencias no son solo económicas, sino también políticas. Armenia depende en gran medida del comercio, la energía y la seguridad que le brinda su alianza con Moscú. Sin embargo, la creciente influencia europea en la región y la falta de apoyo ruso durante la crisis de Nagorno-Karabaj han generado un cambio en la política exterior armenia.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Armenia, Paruyr Hovhannisyan, enfatizó que el proyecto de ley no es aún una solicitud formal de adhesión a la UE, sino una declaración de intenciones que busca fortalecer las relaciones con Europa dentro de una política exterior equilibrada.
Si bien Armenia busca diversificar sus alianzas, Moscú ha dejado claro que su paciencia tiene límites. La decisión de Ereván podría redefinir no solo su futuro económico, sino también su estabilidad política y su posición en el Cáucaso Sur, una región donde Rusia sigue teniendo una fuerte influencia.
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