El reciclaje de baterías en Armenia se ha convertido en un desafío ambiental urgente. Cada año, el país importa hasta diez toneladas de baterías, pero no cuenta con un sistema eficiente para su recolección y reciclaje. La empresa Vega, uno de los principales importadores y minoristas de electrodomésticos en Armenia, ha lanzado un programa innovador para abordar este problema.
Un programa de reciclaje con impacto ambiental
Desde hace dos años, Vega no solo recolecta baterías en desuso, sino que también recicla electrodomésticos defectuosos y destina los fondos obtenidos a la organización «My Forest Armenia», que trabaja en la reforestación de la provincia de Lori.
«Importo un producto con el que gano dinero, pero luego ese producto se convierte en un residuo. Estoy obligado a aportar dinero para que otra organización se ocupe de la eliminación de residuos», explicó Artur Chobanyan, director de desarrollo de Vega.
En sus tiendas, la empresa advierte a los clientes sobre los peligros de desechar baterías sin control. Una sola batería puede contaminar hasta 20 metros cuadrados de suelo y afectar 400 litros de agua subterránea, que luego llega a la cadena alimentaria.

La falta de infraestructura complica el reciclaje
A pesar de los esfuerzos de Vega, la recolección sigue siendo baja. Aunque el país importa 10 toneladas de baterías anuales, hasta ahora solo se han recolectado 500 kilogramos.
Una de las razones es la falta de puntos de recolección accesibles. Actualmente, las baterías solo pueden entregarse en las tiendas de Vega, ya que las regulaciones no permiten la instalación de cajas de recogida en lugares públicos.
Además, Armenia no cuenta con una planta de reciclaje para baterías. Según Vega, exportarlas no es viable porque Georgia e Irán no permiten su tránsito. Como alternativa, la empresa ha identificado socios en Rusia con equipos de reciclaje móviles que podrían ser enviados al país, aunque esta opción es costosa y requiere una gran cantidad de baterías para ser sostenible.
El problema global del reciclaje de baterías
El reciclaje de baterías no es solo un desafío para Armenia. Incluso en la Unión Europea, solo cuatro plantas especializadas pueden neutralizar estos residuos peligrosos.
En respuesta a la crisis ambiental, el Parlamento Europeo adoptó en julio de 2023 un nuevo Reglamento sobre Baterías, con el objetivo de minimizar el impacto ecológico del creciente uso de baterías. Además, en mayo de 2024, la UE implementó regulaciones más estrictas sobre el traslado de residuos, prohibiendo la exportación de residuos peligrosos a países no miembros.
El reciclaje de baterías no es solo una cuestión ambiental, sino también económica y de salud pública. Chobanyan advierte sobre un futuro desafío: el manejo de baterías de almacenamiento de energía de los paneles solares, cuya demanda en Armenia está en aumento.
Para lograr un impacto real, Vega insiste en la necesidad de una mayor concienciación. Sin educación ambiental y políticas gubernamentales más efectivas, el problema de los residuos de baterías seguirá creciendo.
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