A pesar del «gran ruido», la visita del presidente ruso Vladimir Putin a Bakú parece haber inspirado más ansiedad que confianza en el futuro de los círculos públicos y políticos de Azerbaiyán
Las evaluaciones informales son bastante frías, incluso sospechosas y críticas. El analista político Rauf mirkadyrov, en particular, recomienda una evaluación a fondo de 2020-2022. El canciller de Rusia, Sergei Lavrov, definió los acuerdos ruso-armenio-azerbaiyanos como» complejos «y comentó que según esto, «Zangezur y el corredor de Lachin están interconectados».
Según el politólogo Zardusht Alizadeh, Putin «llegó al punto de discutir cuestiones fundamentales con Azerbaiyán sin la mediación del presidente turco». Llama la atención sobre la declaración del presidente turco sobre la apertura de la frontera con Armenia, la última reunión de los enviados especiales de las partes, y concluye que Azerbaiyán «está retrasando el acuerdo con Armenia por miedo a Rusia».
La evaluación del líder de «Musavat», Isa Gambar, es muy dura. Señaló que Putin se encuentra en «aislamiento internacional y, para superarlo, está dispuesto a visitar cualquier país donde sea aceptado». Según su breve evaluación, «en tal situación, la visita de Putin a Bakú contradice los intereses estatales de Azerbaiyán».
Llama la atención sobre la declaración del presidente turco sobre la apertura de la frontera con Armenia, la reciente reunión de enviados especiales de las partes y llega a la conclusión de que Azerbaiyán»por temor a Rusia está retrasando el acuerdo con Armenia».

Mirkadyrov resume que Putin está en contra del «acuerdo paso a paso» entre Armenia y Azerbaiyán, porque en ese caso pierde sus palancas de influencia sobre Bakú y Ereván. Según el politólogo Azer Gasimli, «si Armenia ha logrado crear un contrapeso al punto de vista de Azerbaiyán sobre el corredor Zangezur, ¿por qué debería interesarle a Bakú que lo controlen las tropas de la guardia fronteriza del FSB ruso?»
Durante una pausa, el líder de «Musavati» expresó su fuerte descontento por la falta de información sobre las negociaciones Putin-Aliev, sospechando que «tal vez haya momentos inaceptables para el público, que no se hacen públicos, por lo que al final nos enfrentamos el hecho consumado»
En este contexto, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán, Ayhan Hajizade, anunció que Bakú presentó una solicitud oficial para ser miembro del BRICS. En una declaración conjunta entre Putin y Aliyev, Rusia se comprometieron a apoyar la cooperación de Azerbaiyán con los BRICS y apoyar su «aumento de estatus» en la Organización de Cooperación de Shanghai.
Dar este paso apenas dos meses antes de la cumbre de los BRICS significa que Bakú quizo evitar un «abrazo» muy fuerte por parte de Rusia. Al mismo tiempo, el paso de Aliyev también tiene importancia política interna, al mostrar que «se sienta a la mesa con los mayores del Sur Global».
Esa medida puede contribuir en cierta medida a disipar las preocupaciones sobre la visita de Putin. En términos de profundidad, la maniobra diplomática de Aliyev sugiere que es muy cauteloso ante la escalada de la situación en el Cáucaso Meridional y está tratando de contrarrestar la presión rusa con conversaciones con China, India y especialmente Irán, miembros de los BRICS.
Sería ciertamente ingenuo decir que abandona la idea fija del «Corredor Zanguezur», pero los contactos de Bakú con los BRICS pueden aliviar las tensiones. Sobre todo porque India e Irán están interesados en la implementación del Syunik de «cruzar lo horizontal con lo vertical» o «la encrucijada de la paz». Así, la evasión de Aliyev abre una oportunidad muy importante para Armenia.
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