El Patriarcado Armenio de Jerusalén enfrenta la posible confiscación de propiedades históricas por deudas fiscales. La decisión judicial podría sentar un precedente para otras comunidades cristianas en Tierra Santa.
El Patriarcado Armenio de Jerusalén se enfrenta a un proceso judicial que podría culminar en la confiscación de propiedades históricas debido a supuestas deudas por el impuesto municipal Arnona, acumuladas desde 1994. Según un comunicado oficial publicado en la plataforma X, el Patriarcado denuncia que las autoridades israelíes están imponiendo “impuestos injustos, parciales y destructivos” sobre bienes religiosos en el barrio armenio de Jerusalén, lo que podría sentar un precedente alarmante para otras comunidades cristianas en la ciudad.
La audiencia judicial sobre la reclamación administrativa del Patriarcado está programada para el 24 de febrero de 2025. El Patriarcado ha solicitado formalmente detener el proceso de confiscación, argumentando que la supuesta deuda fue determinada arbitrariamente por un funcionario municipal sin los procedimientos legales adecuados.
“Si, Dios no lo quiera, la apelación del Patriarcado es rechazada, la Municipalidad de Jerusalén confiscará sus bienes y los subastará para cobrar las deudas en disputa, que nunca han sido confirmadas por el tribunal“, advirtió el Patriarcado en su comunicado oficial.
El Patriarcado sostiene que gran parte de la supuesta deuda corresponde a propiedades arrendadas al propio Municipio de Jerusalén y que el proceso fue iniciado por un funcionario municipal sin tener en cuenta la prescripción legal ni justificar debidamente el origen de la deuda. Además, el Patriarcado denuncia que es la única institución cristiana que enfrenta estas medidas, lo que genera inquietudes sobre la equidad en la aplicación de la ley.
El riesgo no se limita únicamente al patrimonio armenio. Si se autoriza la confiscación, se crearía un precedente peligroso que podría afectar a otras comunidades religiosas en Tierra Santa, debilitando la presencia cristiana en la región.
La comunidad armenia teme que estas acciones afecten su presencia histórica en Jerusalén, que se remonta al siglo IV, y pongan en riesgo la actividad centenaria del Patriarcado en Tierra Santa, establecida desde el siglo VII.
El Patriarcado ha hecho un llamado urgente al Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, al Ministro del Interior, Moshe Arbel, y al Presidente del Comité Gubernamental, Tzachi Hanegbi, para que intervengan y detengan las acciones legales en curso.
Esta situación se agrava al considerar que el propio Municipio de Jerusalén mantiene deudas pendientes con el Patriarcado en concepto de alquileres atrasados. Además, desde 2018 existe un comité gubernamental encargado de abordar los problemas relacionados con el impuesto Arnona mediante la negociación con líderes cristianos. Sin embargo, el Patriarcado denuncia que las acciones actuales contradicen los esfuerzos de este comité.
“Este es un claro intento del municipio de ejercer presión económica sobre el Patriarcado Armenio, para debilitar su posición y reducir su presencia en Tierra Santa“, concluye el comunicado.
El resultado de la audiencia del 24 de febrero será crucial, no solo para el futuro del Patriarcado Armenio, sino también para la estabilidad y la preservación del patrimonio cristiano en Jerusalén.
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