La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) anunció su intención crear una alianza militar con la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), en lo que parece un nuevo paso hacia la consolidación de un bloque euroasiático liderado por Moscú y Pekín. Así lo afirmó el Secretario General de la OCS, Nurlan Ermekbayev, en una entrevista con el medio ruso “Soyuzniki: ODKB”.
Una alianza en construcción entre bloques militares y económicos
“La OCS es una organización abierta, dispuesta a cooperar de forma mutuamente beneficiosa con todas las estructuras internacionales que comparten nuestros objetivos y principios”, declaró Ermekbayev, subrayando que la integración con la OTSC es una prioridad estratégica. Según el funcionario, ambas organizaciones están trabajando en la actualización de la base jurídica de su cooperación.
La OCS reúne a potencias como China, Rusia, India, Irán, Pakistán y varios países de Asia Central, y opera como un contrapeso a la influencia occidental. Por su parte, la OTSC es una alianza militar liderada por Rusia que incluye a Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán. La intensificación de vínculos entre ambas estructuras indica un acercamiento entre la esfera militar rusa y el aparato económico-diplomático impulsado por China.
Ejercicios militares conjuntos y observadores cruzados
Ermekbayev confirmó que representantes de la OCS participan como observadores en los ejercicios militares de la OTSC, y que existe una dinámica creciente de reuniones tripartitas entre la OTSC, la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y la propia OCS.
“La cooperación con la OTSC es notable en este sentido”, señaló, agregando que la OCS también mantiene relaciones con otros organismos como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), la Comisión Económica Euroasiática, la Organización de Cooperación Económica (ECO) y la Conferencia sobre Interacción y Medidas de Fomento de la Confianza en Asia (CICA).

¿Una OTAN euroasiática en formación?
Aunque públicamente se niegue, este proceso parece orientado a la conformación de una arquitectura de seguridad paralela a la OTAN, con fuerte presencia en Asia Central y el Cáucaso. China provee capital e influencia diplomática, mientras que Rusia busca mantener su control militar sobre sus antiguos aliados postsoviéticos.
En este esquema, Armenia ocupa un lugar incómodo, siendo miembro de la OTSC pero acercándose cada vez más a Occidente. La integración de la OCS con la OTSC plantea nuevos dilemas geopolíticos para Ereván, en un momento en que su política exterior está en redefinición.
Un bloque que se expande mientras el orden global se fragmenta
El anuncio de la OCS llega en un contexto de redefinición de alianzas internacionales, marcado por la guerra en Ucrania, las tensiones en Asia-Pacífico y la fragilidad del multilateralismo clásico. Mientras Estados Unidos refuerza la OTAN, el eje Pekín-Moscú intenta construir una arquitectura alternativa desde Eurasia.
Comments