La Comisión de Radio y Televisión de Armenia niega licencia de radiodifusión en Tavush y sanciona a dos medios locales

En una decisión que vuelve a poner en foco la libertad de expresión en las regiones de Armenia, la Comisión de Radio y Televisión (CRT) resolvió no otorgar la licencia de radiodifusión para el marz de Tavush. La sesión, celebrada el 31 de julio de 2025, también impuso multas a dos medios locales por infracciones en la retransmisión de contenidos audiovisuales.

Según el acta oficial, la única empresa que se presentó al concurso fue Radio Alik LLC, pero no logró superar el umbral mínimo de puntuación tras una votación cerrada del consejo de la CRT. La frecuencia en disputa corresponde al programa de escucha regional destinado al público de Tavush, una provincia fronteriza estratégica en el noreste del país.

Con esta decisión, Tavush continúa sin un operador de radio local con licencia, lo que restringe aún más el acceso a medios independientes en una zona históricamente marginada del ecosistema mediático armenio.

Multas a Dilarm y Ayrum Nangi

Durante la misma sesión, la CRT también resolvió sancionar a Dilarm LLC y a la Compañía de Televisión y Radio “Ayrum Nangi” LLC con multas de 50.000 AMD (unos 120 dólares cada una). La base legal para estas decisiones fue la detección de irregularidades en la retransmisión de contenidos, según los informes de monitoreo de la comisión.

Ambas resoluciones administrativas pueden ser apeladas dentro de los dos meses siguientes a su notificación, ya sea ante la misma Comisión o ante el Tribunal Administrativo de Armenia.

Estas decisiones generan nuevas preocupaciones sobre el acceso equitativo a licencias y la presión regulatoria sobre medios locales en el país, especialmente en regiones periféricas donde la pluralidad mediática es casi inexistente.

Artur Papyan, experto en seguridad digital y libertad de prensa, declaró recientemente que en Armenia “se han tomado medidas para destruir a la prensa durante años”, criticando que el Estado considera a los periodistas “enemigos” y bloquea el acceso a recursos. Este contexto refuerza la lectura crítica sobre el resultado del concurso en Tavush, donde ni siquiera un único postulante fue aprobado.