Las declaraciones del canciller ruso Serguéi Lavrov, quien afirmó que el Grupo de Minsk de la OSCE fracasó en Nagorno-Karabaj y que debe ser reemplazada por estructuras controladas por Moscú, generaron inquietud en Armenia. Para analistas en Ereván, el intento ruso de enterrar el formato de Minsk busca legitimar la victoria militar de Azerbaiyán y debilitar aún más la posición de Armenia en el Cáucaso.
“La OSCE también fracasó en Nagorno-Karabaj. El Grupo de Minsk perdió todo su significado”, escribió Lavrov en su artículo publicado por Rossiyskaya Gazeta, en sintonía con los comentarios del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev.
Lavrov promueve un sistema donde Armenia quedaría aislada
Rusia propone reemplazar la arquitectura euroatlántica por plataformas como la UEEA, la OCS y la propia OTSC. Para Armenia, eso implica permanecer en estructuras donde su voz no pesa y su seguridad depende del humor político del Kremlin.
Mientras Lavrov acusa a la OSCE de ser una herramienta “al servicio de Occidente”, Armenia pierde toda posibilidad de que los principios de autodeterminación o protección de minorías vuelvan a la agenda internacional.
El canciller ruso sostuvo que “la OSCE ya no tiene futuro” si la OTAN y la UE “siguen rompiendo la regla del consenso”. Pero evitó toda mención a los derechos de los armenios desplazados de Karabaj, ni a los prisioneros de guerra aún retenidos en Bakú.

Ereván rechaza la narrativa de “fracaso” del Grupo de Minsk
En Armenia, donde la mediación internacional se considera la única garantía mínima frente al poderío militar de Azerbaiyán, la idea de reemplazar el formato de la OSCE por alianzas dominadas por Rusia es vista con preocupación. Expertos locales insisten en que fue Moscú quien boicoteó el funcionamiento del Grupo de Minsk tras la guerra de 2020.
El politólogo Benyamin Poghosyan comentó en redes que “Rusia intenta deshacerse de toda instancia multilateral donde deba compartir protagonismo, incluso si eso implica dinamitar mecanismos donde Armenia aún tenía voz”.
Armenia ha buscado acercarse a Occidente, pero continúa atada a alianzas como la OTSC que, según la mayoría de la sociedad armenia, no defendieron al país ni a Karabaj.
“No olvidemos que Lavrov habla desde la perspectiva de un aliado que abandonó a Armenia cuando más lo necesitaba”, expresó el analista Hovhannes Nikoghosyan.
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