En una entrevista exclusiva con Region Monitor, el analista iraní Saadollah Zarei, asesor del personal del Líder Supremo de Irán, expresó un respaldo explícito a la propuesta armenia de crear una red regional de infraestructura y comunicaciones bajo el concepto de la “Encrucijada de la Paz”. En su opinión, esta iniciativa tiene el potencial de “resolver las necesidades y tensiones entre todos los países del Cáucaso y sus vecinos”.
Zarei, profesor universitario y experto en asuntos regionales, también abordó en profundidad las relaciones de Irán con Armenia, Azerbaiyán, Estados Unidos, así como el rol de actores externos como Turquía, Israel y Rusia en el Cáucaso Sur.
Relaciones entre Irán y Armenia: una alianza estratégica sostenida
“El pasado es la luz del futuro”, dijo Zarei al referirse a las relaciones entre Irán y Armenia, que describió como “estables desde la independencia armenia tras la caída de la Unión Soviética”. Reconoció que este vínculo ha tenido costes políticos para Teherán, particularmente por la reacción de Azerbaiyán, pero afirmó que su país ha mantenido firmemente el compromiso con Armenia.
“Pagamos un precio por ello”, admitió. “Pero nuestras relaciones con Armenia continúan y se fortalecerán”. Además, advirtió que actores externos, especialmente “los países occidentales”, están intentando presionar al gobierno armenio para debilitar sus lazos regionales.

El plan de paz entre Armenia y Azerbaiyán y el riesgo de escalada
Consultado sobre el estancamiento del tratado de paz entre Armenia y Azerbaiyán, Zarei fue tajante: “El destino de la región está determinado por los propios procesos regionales, no por políticas decididas al otro lado del Atlántico”. Descartó que una alianza entre Estados Unidos, Israel y Azerbaiyán para atacar a Irán tenga viabilidad real, y subrayó que la vecindad geográfica impone límites estratégicos.
“Ni Estados Unidos ni Israel son vecinos de Azerbaiyán. Su único vecino grande es Irán. Esa es la realidad”, sentenció.
La “Encrucijada de la Paz”: una solución inclusiva, según Irán
Sobre la iniciativa presentada por el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, Zarei se mostró favorable. Afirmó que la propuesta “puede resolver todas las demandas” de Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Irán, Rusia, e incluso Turquía y la Unión Europea.
“La propuesta del señor Pashinyan merece plenamente ser considerada”, dijo. En su visión, este corredor regional se alinea con el proyecto iraní del Corredor Norte-Sur, mencionado recientemente por el Líder Supremo iraní, Ayatolá Ali Jamenei, como una prioridad económica nacional.
Diálogo con Estados Unidos: posible pero condicionado
Zarei fue escéptico sobre la voluntad real de diálogo por parte de Donald Trump, recordando que sus mensajes conciliadores estuvieron acompañados de nuevas sanciones. No obstante, aseguró que Irán está dispuesto a negociar en el marco del derecho internacional, siempre que no se le exijan concesiones unilaterales.
“El diálogo debe servir a ambos países. No aceptaremos un nuevo orden que viole el derecho internacional”, afirmó.
Turquía y Rusia: actores regionales legítimos, pero con reservas
En cuanto al papel de Turquía y Rusia en el Cáucaso, Zarei distinguió entre sus derechos como potencias regionales y la conducta actual del gobierno de Erdogan, al que acusó de “intensificar el conflicto” por motivos ideológicos.
“La política de conflicto perjudica a Turquía y a toda la región”, dijo, advirtiendo que esa actitud podría alimentar una ideología caótica en detrimento de la estabilidad.
Relaciones con Azerbaiyán: tensas pero sin reclamos territoriales
Finalmente, el asesor iraní defendió el historial de Irán respecto a sus vecinos del Cáucaso. Reiteró que Teherán no tiene ambiciones territoriales sobre Azerbaiyán ni sobre ningún otro país, y que los movimientos antiiraníes en Bakú son “alimentados por fuentes extranjeras”.
“Irán nunca ha hecho ninguna demanda, ni siquiera por una sola aldea. Nuestra posición es clara: cooperación, no expansión”, concluyó.
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