Las tensiones entre Irán y Azerbaiyán se intensificaron tras las declaraciones del embajador iraní en Armenia, Mehdi Sobhani, quien criticó abiertamente la terminología utilizada en la Declaración de Estambul de la Organización de Cooperación Islámica (OCI). El diplomático rechazó el uso del término “Azerbaiyán Occidental”, señalando que se trata del nombre de una provincia iraní y advirtió que su empleo fuera de contexto implica reclamos territoriales inaceptables contra Armenia.
“Rechazamos categóricamente cualquier expresión ficticia que implique reclamos territoriales contra otro país, especialmente contra Armenia”, dijo Sobhani durante una rueda de prensa en el Club Nacional de Prensa en Ereván. Añadió que Irán apoya la integridad territorial de Armenia y consideró que las expresiones empleadas por Bakú son incompatibles con un marco de coexistencia pacífica en la región.
Según el diplomático, la inclusión de ese término en las resoluciones impulsadas por Azerbaiyán en el seno de la OCI no solo distorsiona la geografía política, sino que alimenta discursos expansionistas peligrosos en un momento crucial del proceso de paz entre Armenia y Azerbaiyán.
Bakú responde: “Declaraciones infundadas y provocativas”
La reacción de Bakú no se hizo esperar. En una respuesta oficial difundida por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán, su portavoz Aykhan Hajizada tildó las afirmaciones del embajador Sobhani de “provocación clara”, acusándolo de socavar los principios de no injerencia y respeto mutuo por la soberanía en las relaciones bilaterales.

“El uso del término ‘Azerbaiyán Occidental’ es completamente legítimo desde el punto de vista histórico y cultural”, sostuvo la cancillería azerbaiyana. Además, la declaración insistió en que las acusaciones sobre el uso del espacio aéreo azerbaiyano para ataques israelíes contra Irán carecen de pruebas verificables y fueron ya desmentidas en conversaciones previas entre altos funcionarios de ambos países.
“No se ha presentado ninguna evidencia confiable que respalde estas afirmaciones”, reiteró Bakú, advirtiendo que el embajador iraní “habla regularmente desde posiciones personales en lugar de representar fielmente los intereses del Estado iraní”.
Una disputa con múltiples capas
El intercambio ocurre en un contexto de creciente desconfianza regional, tras la breve pero intensa escalada militar entre Irán e Israel, en la que Teherán ha denunciado que los ataques israelíes habrían sido lanzados desde bases en territorio de Azerbaiyán, una versión que Bakú niega tajantemente.
En paralelo, el término “Azerbaiyán Occidental”, impulsado por Bakú en organismos internacionales como parte de una narrativa sobre el “regreso” de supuestas comunidades a sus tierras ancestrales, es visto en Ereván y Teherán como una estrategia encubierta para habilitar reclamos sobre el territorio soberano de Armenia.
No es la primera vez que la retórica geopolítica se convierte en el epicentro de un choque diplomático entre Irán y Azerbaiyán. Sin embargo, esta vez la disputa pública y directa, con embajadores involucrados y reacciones inmediatas de cancillerías, eleva la temperatura política en un momento delicado para la estabilidad regional en el Cáucaso Sur.
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