A un año del fin del programa gubernamental 2021-2026 para modernizar la infraestructura hídrica de Armenia, solo uno de los 17 embalses prometidos está operativo, según revela una investigación de la Plataforma Fact Check. El ambicioso proyecto enfrenta retrasos críticos, con nueve embalses sin siquiera iniciar estudios de viabilidad.
Un balance desalentador
En 2021, el gobierno armenio anunció con bombo y platillo la construcción de 17 embalses en cinco años, un plan que prometía reforzar el riego agrícola, generar energía hidroeléctrica y mitigar sequías.

Sin embargo, en abril de 2025, la realidad es muy distinta: solo el embalse de Vedi, financiado por la Agencia Francesa de Desarrollo, está en funcionamiento. Kaps, con apoyo del Banco Alemán de Desarrollo, está en construcción. Los cinco embalses (Kasakh, Yelpin, Lichk, Astghadzor y Artik) tienen diseños finalizados, pero las obras no han comenzado; y 9 proyectos ni siquiera cuentan con estudios preliminares.
“El rezago es preocupante. De los 17 embalses, 15 están en fase de diseño o en el limbo”, señala un informe de Fact Check, basado en datos oficiales del Ministerio de Administración Territorial e Infraestructura.
¿Por qué el retraso?
Las respuestas del gobierno armenio apuntan a múltiples factores:
Falta de datos técnicos: Para nueve embalses (Khndzorut, Vernashen, Khachik, Getik, Zirak, Selav-Mastara, Hakhum-2, Koghb y Khndzoresk), el ministerio admitió que “no había suficientes datos de referencia” para iniciar estudios.
Conflictos de infraestructura: El embalse de Argichi fue suspendido porque el sitio elegido alberga una central hidroeléctrica operada por la empresa estatal Hydrocorporation, lo que imposibilita realizar investigaciones.
Trámites burocráticos: Los diseños de cinco embalses están “en fase de examen”, sin fecha clara para el inicio de obras.
“Sin financiamiento externo, proyectos como Vedi y Kaps tampoco avanzarían”, advierte un experto en recursos hídricos. La dependencia de créditos internacionales expone la fragilidad del plan.

Impacto en las comunidades rurales
Los embalses prometidos son vitales para regiones agrícolas como Vayots Dzor y Gegharkunik, donde la escasez de agua limita cosechas y medios de vida. “Estos retrasos condenan a miles de familias a seguir dependiendo de lluvias irregulares”, denuncia un líder comunitario de Yelpin, uno de los municipios afectados.
El embalse de Kaps, actualmente en construcción, es una excepción. Con una inversión de 20 millones de euros del Banco Alemán, su sistema de drenaje ya está en marcha. “Es un ejemplo de lo que podría lograrse con planificación y fondos garantizados”, subraya un ingeniero del proyecto.
Riesgo de un plan fallido
Aunque el gobierno insiste en que “cumplirá las metas”, analistas son escépticos. “Es imposible terminar 15 embalses en un año. Este plan será recordado como un catálogo de buenas intenciones”, afirma un economista armenio.
Como informara SoyArmenio, la demora también podría afectar la credibilidad internacional. Francia y Alemania, principales financistas, exigen transparencia en el uso de recursos. “Cada retraso aleja a otros inversores”, advierte un diplomático europeo en Ereván.
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