Armenia se prepara para enfrentar con mayor eficiencia los incendios forestales, que cada verano amenazan su biodiversidad. Según informó el medio ambiental Ecosfera, el país ya trabaja en la implementación de un sistema de prevención temprana de incendios forestales, cuyo diseño de ingeniería se encuentra en etapa avanzada. Las autoridades también planean incorporar próximamente un sistema de monitoreo especializado.
Durante los meses de julio y agosto, el Ministerio de Medio Ambiente ha intensificado las alertas debido al elevado índice de calor extremo, advirtiendo tanto sobre los efectos en la salud como sobre el aumento del riesgo de incendios. “Se espera un alto fondo térmico”, reiteran los comunicados oficiales.
A pesar de los avances en prevención, los riesgos siguen siendo críticos. En 2024 se registraron 13 incendios forestales en el país, lo que representa una reducción del 50% respecto al año anterior. Las zonas quemadas también disminuyeron, con 13 hectáreas afectadas, un 80% menos. Sin embargo, el 95% de los incendios todavía tienen un factor humano como causa principal.
Vahram Sedrakyan, subdirector de la entidad estatal HayAntar, advirtió que, aunque los datos son alentadores, los incendios “siguen provocando un daño serio a los bosques armenios”.

El monitoreo en las zonas protegidas también se refuerza. La Ecoinspección se encarga de garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad contra incendios en bosques y áreas protegidas. Edward Karapetyan, jefe del departamento de análisis de daños a la flora y fauna, explicó que muchas veces la propagación del fuego no se puede contener por las condiciones del terreno y las limitaciones técnicas. “Hay muchas áreas con estas características en Armenia”, afirmó.
Karapetyan también señaló que el diseño del nuevo sistema de prevención temprana de incendios ya se encuentra cerca de su fase final, lo que permitiría optimizar la respuesta ante amenazas ambientales cada vez más frecuentes y complejas.
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