Descubre cómo el enoturismo en Armenia está ganando terreno global con el vino negro de las uvas Haghtanak, y cómo pueden garantizar un futuro para el sector
Armenia, conocida como una de las cunas de la viticultura, está ganando un reconocimiento global en el mundo del enoturismo con una gran proyección al futuro. Durante la Octava Conferencia Internacional de Enoturismo organizada por las Naciones Unidas, varios expertos destacaron el potencial de Armenia en este sector. Uno de los ponentes, Emanuela Panke, embajadora de la Federación Europea Iter Vitis, destacó la singularidad de la tradición vinícola armenia y su capacidad para convertirse en un actor clave en el enoturismo global.
Uno de los elementos más distintivos de la viticultura armenia es el vino producido a partir de las uvas “Haghtanak”, que se cultivan en la región de Ararat Marz, cerca de Taperakan, a 800 metros sobre el nivel del mar. Esta variedad de uva, similar en algunos aspectos al Cabernet francés, tiene un sabor que recuerda a las moras, lo que le confiere un carácter muy particular. Mihran Manaseryan, director de la bodega local, señala que el clima y el suelo arcilloso pesado de la región crean las condiciones perfectas para esta variedad. “El ‘Victoria’ que crece en esta región ofrece la cosecha más exitosa del resto de las regiones, incluidas Vayots Dzor o las regiones del norte, o Artsaj”, comentó Manaseryan.
Lo que realmente destaca de esta variedad es el tono oscuro y profundo del vino producido, que ha llevado a los catadores a denominarlo coloquialmente como vino negro debido a su intenso color. Según Manaseryan, “El nombre de la uva ‘Haghtanak’ (Victoria en armenio) corresponde a sus características cualitativas”, subrayando que es una de las uvas más productivas y de mayor calidad en la región.
El enoturismo en Armenia tiene un vasto patrimonio que aún no ha sido plenamente explotado. Emanuela Panke destacó la necesidad de innovación tecnológica como una herramienta clave para revitalizar y presentar las antiguas tradiciones vinícolas de manera más atractiva. El uso de realidad virtual y aumentada, videos interactivos y otros medios digitales puede ser una solución para atraer tanto a turistas jóvenes como a aficionados al vino que buscan nuevas experiencias. Según Panke, “Hoy en día, para mostrar el patrimonio antiguo al turista se necesitan nuevas tecnologías”, lo que puede posicionar a Armenia como un destino moderno dentro de este sector.
El concepto de alojamiento en bodegas, popularizado en países como Francia, Italia y España, está empezando a encontrar un lugar en Armenia. Este formato no solo ofrece una experiencia vinícola, sino que también proporciona un vínculo más estrecho con la cultura local. Armenia, junto con Georgia, Herzegovina y Moldavia, está emergiendo como una nueva estrella en el panorama del enoturismo, mientras que países como Argentina y Sudáfrica ya han establecido prácticas en este sector, combinando el enoturismo con actividades deportivas y naturales.
“Hay un enorme patrimonio de enoturismo en Armenia y paso a paso es necesario promoverlo”, enfatizó Panke, sugiriendo que Armenia tiene un tesoro cultural que puede ser de interés para toda la humanidad. Un ejemplo de ello es la cueva de Areni, conocida por su antigua tradición vinícola de más de 6,000 años. Panke, que había soñado con visitar esta cueva, la considera un sitio de interés global que puede atraer a más turistas y enólogos de todo el mundo.
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