Un informe reciente publicado por el American Journal of Human Genetics arroja nueva luz sobre la historia demográfica y genética de la población armenia. Este extenso análisis reafirma la identidad única y el arraigo milenario de los armenios en las Tierras Altas de Armenia, presentando una narrativa que combina datos científicos y una rica herencia cultural.
Continuidad genética: un linaje de más de 6,000 años
El estudio reveló que los armenios modernos poseen un alto grado de continuidad genética en las partes orientales de las Tierras Altas de Armenia, manteniendo estabilidad durante más de 6,000 años. Este hallazgo es particularmente notable, ya que contrasta con la mayoría de las poblaciones de Eurasia occidental, que han experimentado numerosos eventos de mezcla y migraciones importantes a lo largo de su historia.
Según los investigadores, la Edad del Bronce Medio y Final en la región marcó períodos de interacción cultural intensa, especialmente con los hurritas, hititas y mesopotámicos, pero sin diluir significativamente la estructura genética de los armenios.
La hipótesis de los Balcanes: ¿mito o realidad?
El estudio también abordó la antigua teoría sobre los orígenes armenios, conocida como la «teoría de los Balcanes». Según esta hipótesis, los antepasados de los armenios habrían emigrado desde los Balcanes siguiendo la ruta de los frigios. Sin embargo, los datos genéticos refutan esta idea:
«Nuestros resultados muestran que los armenios modernos son genéticamente distintos de las poblaciones antiguas y modernas de los Balcanes.»
En cambio, el informe respalda la idea de un origen local y autóctono, documentando eventos de mezcla genética con ascendencia neolítica provenientes del Levante, particularmente en las regiones orientales de las Tierras Altas, después de la Edad del Bronce Temprano.
Un aislamiento genético único
El aislamiento geográfico, lingüístico y cultural de los armenios, reforzado por la adopción del cristianismo como religión nacional en el siglo IV, ha contribuido significativamente a su genética distintiva. Este aislamiento, combinado con un paisaje montañoso y una fuerte identidad nacional, ha permitido a los armenios conservar su linaje a pesar de los cambios en la región circundante.

Preguntas abiertas y el futuro de la investigación
A pesar de los avances, el estudio reconoce que quedan muchas preguntas sin respuesta. Por ejemplo, los investigadores aún buscan determinar los orígenes exactos de las migraciones neolíticas que impactaron la genética de los armenios. Además, el equipo subraya la necesidad de incluir más datos genéticos antiguos y modernos de las regiones occidentales y centrales de las Tierras Altas de Armenia, Anatolia y el Levante.
«Se necesitan más investigaciones para desentrañar los complejos procesos demográficos de la región y comprender mejor las interacciones culturales y genéticas en el contexto de los movimientos a gran escala del Cercano Oriente.»
Enlace para el estudio completo
Los interesados en profundizar pueden leer el informe completo publicado en el American Journal of Human Genetics aquí.
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