El Festival de Cine Indio en Ereván rinde homenaje al centenario de Raj Kapoor, una de las figuras más icónicas del cine indio y mundial. El evento, que destaca la profunda conexión cultural entre Armenia y la India, contó con la presencia de autoridades de ambos países, consolidando así los lazos bilaterales en el ámbito cinematográfico.
Un legado cinematográfico que trasciende fronteras
La inauguración del festival estuvo encabezada por el viceministro de Educación, Ciencia y Tecnología de Armenia, Artur Martirosyan, quien destacó la relevancia de Raj Kapoor en la historia del cine. Según Martirosyan, el artista no solo dejó un legado invaluable, sino que también capturó la esencia de su época, retratando el dolor, la alegría y la esperanza de la gente común.
«Las películas de Raj Kapoor han enriquecido el tesoro del cine mundial y continúan tocando los corazones de muchas generaciones. Su arte es una luz guía que demuestra el poder del cine para difundir ideas universales y educar a la sociedad», afirmó el viceministro.
El evento también contó con la presencia de la Embajadora de la India en Armenia, Nilakshi Saha Sinha, quien reafirmó el compromiso de su país con el intercambio cultural y la promoción del cine indio a nivel global.

Cooperación cinematográfica entre Armenia e India
Más allá del tributo a Kapoor, el festival busca fortalecer la colaboración entre cineastas armenios e indios, promoviendo la coproducción de películas y el intercambio de conocimientos en la industria del cine. Martirosyan enfatizó la importancia de estas iniciativas para ampliar el impacto del cine como herramienta educativa y cultural.
Como parte de la celebración, se organizó una exposición fotográfica sobre la trayectoria de Kapoor, ofreciendo una mirada más íntima a su vida y obra.
Raj Kapoor: un símbolo del cine indio
Raj Kapoor (1924-1988) es ampliamente reconocido como una de las figuras más influyentes del cine de la India. Su trabajo como actor, director y productor dejó una huella imborrable en la industria, con películas icónicas como Awara (1951) y Shree 420 (1955). Su legado sigue vivo, no solo en la India, sino en todo el mundo, incluyendo Armenia, donde su cine sigue siendo apreciado por el público.
El Festival de Cine Indio en Ereván no solo celebra su legado, sino que también refuerza la conexión cultural entre ambos países, consolidando al cine como un puente entre naciones.
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