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Durante la conferencia Asociación Estratégica Armenia y Georgia en Dilijan, se abordaron la demarcación fronteriza, el proyecto “Encrucijada de la Paz” y los obstáculos al tránsito de brandy armenio
En el marco de la conferencia, el jefe de gabinete del primer ministro Arayik Harutyunyan y representantes georgianos revisaron una agenda amplia que abarcó desde la demarcación de la frontera con Azerbaiyán hasta los problemas del tráfico de brandy armenio a través de Georgia.
La reunión Armenia‑Georgia en Dilijan reflejó una cooperación profunda pero también reveló obstáculos significativos. La encrucijada fronteriza se avanza con pasos firmes, el ambicioso proyecto Encrucijada de la Paz despierta tanto esperanza como escepticismo regional, y el caso del brandy armenio ilustra la dependencia de Armenia de los corredores externos. El futuro de esta alianza dependerá de si ambos países pueden superar estas barreras y consolidar un camino compartido hacia la integración y estabilidad regional.
Demarcación fronteriza y seguridad en Tavush
El coronel Manvel Mailyan informó que desde abril de 2024, se inició la delimitación de un tramo de aproximadamente 12,7 km entre Berkaber y Baghanis, con la posterior protección de 7,6 km asumida por las tropas del Servicio de Seguridad Nacional (NSS) armenio en septiembre. Estos guardaparques operan sin chalecos ni cascos en puestos equipados con videovigilancia diurna y térmica; se han construido 10 km de carretera, una valla metálica de 510 m, y se han realizado tareas de desminado y levantado un muro de contención de 130 m. Estos esfuerzos buscan reemplazar los antiguos puestos militares por infraestructura fronteriza estatal estable, reforzando así la seguridad y soberanía en Tavush .
“Encrucijada de la Paz”: ¿puente o espejismo?
El proyecto Encrucijada de la Paz, lanzado por el primer ministro Nikol Pashinyan en octubre de 2023, busca reabrir lazos logísticos mediante la modernización de carreteras, ferrocarriles, energía y comunicación en la región caucásica. Armenia apuesta a que la iniciativa fomente la cooperación entre Turquía, Azerbaiyán, Irán y Georgia, convirtiéndose en una ruta alternativa entre el Cáspico, el Mediterráneo y el Mar Negro.
No obstante, analistas resaltan que países como Georgia e Irán temen perder ingresos por tránsito, y que solo Armenia parece apostar decididamente por el plan. El éxito dependerá en gran medida de resolver antes la paz con Azerbaiyán, dado que sin estabilidad, las aperturas no prosperarán.
Brandy armenio y restricciones en frontera
Un asunto recurrente fue la crisis del tránsito del brandy armenio por Georgia. En mayo, treinta camiones quedaron retenidos por inspecciones de laboratorio en territorio georgiano, paralizando exportaciones clave a Rusia y amenazando la producción nacional. Los productores llegaron a protestar frente a la embajada de Georgia en Ereván.
El ministro de Economía, Gevorg Papoyan, reconoció las pérdidas significativas e indicó que se está trabajando para hallar una solución junto con las autoridades georgianas; se espera que más de 50 camiones bloqueados hayan cruzado recientemente, y que los restantes sean liberados en pocos días. Además, el Comité de Ingresos de Armenia anunció un cese temporal de envíos fronterizos hasta que Tbilisi alivie la congestión.
Proyección estratégica en turismo, comercio y energía
Durante la conferencia, Harutyunyan resaltó que Georgia es clave para la apertura comercial hacia el Mar Negro, pero reconoció que aún existen desafíos en sectores como turismo y energías limpias. Enfatizó la necesidad de fomentar encuentros entre jóvenes de ambos países para estrechar vínculos culturales y mejorar el conocimiento mutuo, vital para una amistad duradera.
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