SoyArmenio
El presidente de la Asamblea Nacional de Armenia, Alen Simonyan, ha emitido un firme llamado a los organismos encargados de hacer cumplir la ley para poner fin a la práctica de utilizar detenciones preventivas como herramienta para extraer testimonios o confesiones. Durante una sesión parlamentaria, Simonyan denunció esta metodología como «perversa» y advirtió que supervisará personalmente estos casos.
Una crítica directa a las prácticas abusivas
Desde la tribuna de la Asamblea Nacional, Simonyan expresó su rechazo a la lógica que permite a los investigadores usar la detención preventiva como medio de presión:
«Estoy en contra de dar al investigador la oportunidad de utilizar la detención como medida para forzar declaraciones. Apelo a nuestro organismo de investigación y a todas las fuerzas del orden. Me ocuparé personalmente de los casos en los que una persona sea detenida y encarcelada hasta que ‘escriba algo’ o ‘cuente una historia’. Así no funciona un Estado de Derecho», afirmó.
El líder parlamentario calificó esta práctica como un método corrupto e inaceptable, subrayando que distorsiona el sistema judicial y sobrecarga a los abogados defensores. «Capturar a alguien, encerrarlo, extorsionarlo y luego construir un caso penal en su contra es una perversión. Esto debe eliminarse», insistió.
Un llamado a los jueces para frenar abusos
Como informara SoyArmenio.com, Simonyan también se dirigió a los jueces, instándolos a rechazar solicitudes de detención cuando existan indicios de coerción: «Si ven que la detención solo busca facilitar el trabajo del investigador, reduciendo su carga a costa de la libertad de una persona, no lo autoricen. No importa a quién afecte».
Su declaración llega en un momento en que organizaciones de derechos humanos han alertado sobre posibles irregularidades en el sistema judicial armenio, incluyendo denuncias de confesiones bajo presión.
Compromiso de seguimiento y reforma
El presidente del Legislativo aseguró que vigilará de cerca estos casos y exigirá responsabilidades. «Hablaré de esto cada vez que sea necesario. No permitiremos que estas prácticas sigan socavando la justicia en Armenia», afirmó.
Este posicionamiento refuerza el discurso del gobierno de Nikol Pashinyan sobre la necesidad de una reforma judicial transparente, aunque activistas señalan que aún persisten desafíos en la independencia del poder judicial.
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