El Corredor de Zangezur podría abrirse en un plazo de uno a dos años, afirmó el embajador de Turquía en Azerbaiyán, Birol Akgun, en una entrevista concedida a la agencia APA. Según el diplomático, esta vía estratégica no solo responde a los intereses de Ankara y Bakú, sino que también impulsa la conectividad global entre Asia y Europa.
“Considero muy probable la apertura del Corredor Zangezur, ya que no solo responde a los intereses nacionales de Turquía y Azerbaiyán. Si el proceso de integración se acelera a nivel internacional y regional, solo con la apertura del Corredor Zangezur será posible un paso más rápido y corto de importantes oleoductos y gasoductos que parten de China y llegan a Londres a través del Corredor Medio”, explicó Akgun.
El embajador subrayó que este corredor debe valorarse desde múltiples dimensiones: “No solo desde la perspectiva este-oeste, sino también del norte y sur”. El proceso de integración en el Cáucaso Sur ha estado marcado por el formato “3+3”, que incluye a Armenia, Azerbaiyán y Georgia, junto con Turquía, Irán y Rusia, buscando una solución equilibrada que beneficie a todos los actores.
A pesar del optimismo, Akgun aclaró que “nadie sabe la fecha exacta de apertura” ya que “es un juego multidimensional”, y que “Azerbaiyán y Armenia, como estados soberanos, deben tomar una decisión sobre este asunto”.

La frontera turco-armenia: condición clave para la paz regional
En la misma entrevista, el embajador turco abordó la posible reapertura de la frontera entre Turquía y Armenia, cerrada desde 1993. Según Akgun, el avance en la normalización de las relaciones entre Turquía y Armenia está ligado directamente al proceso de paz entre Armenia y Azerbaiyán.
“Ambos procesos de normalización se desarrollan en paralelo. En 2022 se designaron representantes especiales para la normalización entre Turquía y Armenia. Si se firma un acuerdo de paz estable o preliminar y se cumplen las condiciones relativas al Corredor Zangezur, la frontera turco-armenia podría abrirse como resultado de las consultas entre Ankara y Bakú”, afirmó.
El diplomático destacó además el impacto positivo que la reapertura tendría para Armenia, un país sin salida al mar que sufre las consecuencias del cierre de sus fronteras con Azerbaiyán y Turquía. “Todos se beneficiarán de esta paz, pero sobre todo Armenia”, señaló.
Birol Akgun concluyó expresando el deseo de acelerar el proceso de paz: “Queremos acelerar el proceso de normalización. Esto dependerá de cómo evolucione el proceso de asentamiento”.
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