Irán y Pakistán avanzan en un ambicioso proyecto económico que podría transformar las rutas comerciales de Eurasia. El objetivo: conectar el Corredor Económico China-Pakistán (CPEC) con Rusia y Europa a través de Irán, consolidando una plataforma estratégica para el comercio intercontinental. La iniciativa fue discutida durante la visita oficial del presidente iraní Masoud Pezeshkian a Islamabad, que comenzó el sábado 2 de agosto.
Durante una reunión con el ministro federal de Comercio de Pakistán, Jam Kamal Khan, el secretario del Consejo Supremo de Libre Comercio de Irán, Reza Masrour, afirmó que las “buenas relaciones de vecindad pueden allanar el camino para expandir el comercio entre Irán y Pakistán”. Masrour propuso una zona de libre comercio conjunta, el cultivo y procesamiento de arroz en la Zona Franca de Chabahar, y el establecimiento de un sistema de visas múltiples para empresarios como parte del impulso para dinamizar los intercambios económicos.
Es de recordar que Pakistán no reconoce a Armenia como estado, por lo que se descarta una alianza mediante Irán. A su vez, la India se mostró sorprendida, ya que ambos países venían trabajando en diversos corredores.
Teherán e Islamabad sellan una alianza económica estratégica
En el marco de esta visita, Irán y Pakistán firmaron 12 acuerdos de cooperación en áreas como ciencia, transporte, economía, turismo y agricultura. La ceremonia de firma se llevó a cabo con la presencia de los líderes de ambos países. “Tenemos potencial para ampliar la cooperación en todos los ámbitos”, declaró Masrour, quien destacó los vínculos religiosos, históricos y culturales que unen a Teherán e Islamabad.
Según informó Mehr News, los acuerdos “sientan las bases para el intercambio de conocimientos, la expansión del comercio y la sinergia regional”, elementos clave para el éxito de la futura interconexión logística. Kamal Khan calificó la propuesta iraní como “un factor importante para dinamizar las relaciones económicas actuales”, que ya alcanzan los 3.000 millones de dólares.

Un eje de integración euroasiático bajo la lupa geopolítica
La propuesta de enlazar el CPEC —uno de los pilares de la Iniciativa de la Franja y la Ruta impulsada por China— con Rusia y Europa a través de Irán, refuerza la posición estratégica del Golfo Pérsico. La Zona de Libre Comercio de Chabahar, con acceso al Mar Arábigo, se convertiría en un nodo logístico clave que evitaría el tránsito por el canal de Suez o el estrecho de Ormuz.
Este megaproyecto podría redibujar el mapa del comercio euroasiático, ofreciendo una ruta más corta, menos vulnerable a conflictos y bajo control regional. En un contexto de sanciones occidentales, Irán y Pakistán apuestan por un modelo de integración que excluye a actores externos y fortalece su autonomía regional. Los analistas ya comparan este corredor con el histórico papel de Irán en la Ruta de la Seda.
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