En 1933, una novela del escritor judío Franz Werfel titulada Los cuarenta días del Musa Dagh desencadenó una de las crisis diplomáticas más insólitas del siglo XX, enfrentando a Hollywood con el gobierno turco y revelando el poder de la censura sobre la libertad artística. Esta es la historia jamás contada sobre cómo Turquía logró evitar que se filmara una película sobre el genocidio armenio, y las consecuencias que tuvo este episodio para la memoria histórica.
La novela que conmovió al mundo
Franz Werfel, un escritor judío nacido en Praga, publicó en 1933 su obra maestra Los cuarenta días del Musa Dagh, basada en la resistencia heroica de 5.000 armenios que, en 1915, se refugiaron en el monte Musa para escapar de las deportaciones y masacres ordenadas por el Imperio Otomano. La novela, que combinaba rigor histórico con un profundo mensaje humanitario, se convirtió rápidamente en un éxito internacional, vendiendo 35.000 copias en EE.UU. en solo un mes.

Werfel se inspiró tras visitar un taller de tejidos en Damasco, donde vio a niños armenios sobrevivientes del genocidio. «¿Quiénes son estos extraños niños?», preguntó. La respuesta lo marcó para siempre: «Son hijos de armenios asesinados por los turcos. Si no los recojo, morirán de hambre».
Hollywood se Interesa: El Proyecto de MGM
En 1934, el gigante cinematográfico Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) adquirió los derechos de la novela por $20.000 (una suma enorme en esa época). El estudio planeaba una superproducción con Clark Gable como protagonista y el prestigioso productor Irving Thalberg al mando. Thalberg, conocido como «el prodigio de Hollywood», declaró que sería «la mejor película de la historia».
Sin embargo, el gobierno turco reaccionó con furia. El embajador Mehmet Munir Ertegun presionó al Departamento de Estado de EE.UU., argumentando que la película «crearía sentimientos anti-turcos». Turquía, que ya había prohibido el libro en su territorio, inició una campaña de desprestigio en la prensa, acusando a Werfel y a MGM de ser parte de una «conspiración judeo-armenia».

La campaña de censura internacional
La presión turca no se limitó a EE.UU. Francia, Grecia y varios países balcánicos amenazaron con boicotear todas las películas de MGM si se realizaba el filme. En Turquía, la prensa oficial lanzó una campaña de odio:
- «¡Judíos, cuidado! No enfaden a los turcos», tituló el periódico Akşam Postası.
- «Este libro es una calumnia contra la noble nación turca», declaró un líder armenio obligado a quemar copias del libro en Estambul.
En 1936, tras la misteriosa muerte de Irving Thalberg (a los 37 años), MGM abandonó el proyecto. El gobierno turco había ganado.
El Legado de una historia silenciada
Aunque en 1982 se filmó una versión armenia de bajo presupuesto, no fue hasta 2016 que Hollywood abordó el tema con La Promesa, financiada por el magnate Kirk Kerkorian como un homenaje póstumo a las víctimas.
Este episodio revela cómo un Estado logró censurar a Hollywood, silenciando durante décadas una de las mayores tragedias del siglo XX. Como dijo el historiador Yair Auron: «Si esta película se hubiera hecho, el mundo habría sabido la verdad mucho antes».
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