La bloguera armenia Bella Babakhanyan, detenida recientemente en Minsk y condenada a 15 días de arresto, ha regresado a Armenia tras enfrentar amenazas y un intento de extradición a Azerbaiyán. El caso, que generó gran repercusión mediática y diplomática, culminó con su llegada al aeropuerto de Zvartnots, donde fue recibida por periodistas y simpatizantes.
Detención y amenazas de extradición
Babakhanyan, conocida por su firme defensa de los intereses armenios en redes sociales y sus frecuentes enfrentamientos virtuales con usuarios azerbaiyanos, fue arrestada en Minsk bajo cargos de «incitación al odio racial, nacional y religioso», según el Código Penal de Bielorrusia. Durante su detención, afirmó haber recibido amenazas por parte de azerbaiyanos que exigían su extradición a Azerbaiyán.
“Cuando estaba en el avión, me dije: hasta que no ponga un pie en suelo armenio, no lo creeré”, expresó Babakhanyan emocionada en declaraciones a Panorama.am.
El riesgo de extradición generó preocupación en círculos armenios y de derechos humanos, especialmente considerando las tensiones históricas entre Armenia y Azerbaiyán. El bloguero Alexander Lapshin, quien previamente enfrentó una situación similar, fue el primero en informar sobre la detención, alertando sobre la posibilidad de que Babakhanyan fuera entregada a las autoridades azerbaiyanas.

La intervención clave de Gagik Tsarukyan
La situación dio un giro inesperado gracias a la intervención del empresario y líder del partido político Armenia Próspera, Gagik Tsarukyan, quien jugó un papel crucial en la resolución del conflicto. Según su portavoz, Iveta Tonoyan, Tsarukyan intervino directamente para resolver los problemas legales de Babakhanyan y facilitar su regreso a Armenia.
Durante su relato, Babakhanyan confesó que inicialmente desconfiaba incluso de los esfuerzos para su liberación. Al ver a Tsarukyan en el aeropuerto, llegó a pensar que podría tratarse de un engaño para forzar su extradición.
“Los últimos días fueron un milagro. Pasé de temer por mi vida a estar de vuelta en Armenia”, declaró la bloguera.
Libertad de expresión y tensiones regionales
El caso de Bella Babakhanyan expone una vez más las complejas dinámicas políticas en la región del Cáucaso, donde las disputas entre Armenia y Azerbaiyán trascienden los ámbitos militares y se extienden al ciberespacio y los medios de comunicación.
Organizaciones defensoras de la libertad de prensa y derechos humanos han criticado la detención, calificándola como un acto de censura impulsado por tensiones políticas. Aunque Babakhanyan posee doble ciudadanía (armenia y bielorrusa), su activismo pro-armenio la convirtió en blanco de presiones externas.
Un nuevo comienzo en Armenia
Ahora de vuelta en Armenia, Babakhanyan planea continuar su labor en redes sociales y ha expresado su gratitud a quienes la apoyaron durante su detención. Con su familia reducida tras la muerte de sus padres, su hermano —quien reside en Armenia— fue uno de sus principales pilares durante el proceso.
El episodio resalta las amenazas que enfrentan los activistas y creadores de contenido en escenarios geopolíticos tensos, mientras Armenia sigue lidiando con desafíos en materia de derechos humanos y libertad de expresión.
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