La cumbre trilateral en Lachin marca un nuevo capítulo en la cooperación político-militar entre Azerbaiyán, Turquía y Pakistán, con implicaciones para el Cáucaso y Asia Central. El primer ministro paquistaní, Shahbaz Sharif, declaró: «Pakistán, Turquía y Azerbaiyán son tres pueblos y un solo corazón», reforzando la unidad del bloque tras la guerra de Nagorno-Karabaj (Artsaj).
Una alianza con ambiciones euroasiáticas
El encuentro en Lachin, territorio recuperado por Azerbaiyán en 2023, no solo tuvo un carácter simbólico, sino también geopolítico. Los tres países buscan ampliar su influencia en el entorno de seguridad euroasiático, consolidando una alianza que ya fue probada durante el conflicto en Artsaj. Según analistas, esta cooperación podría estar dirigida a contrarrestar la creciente presencia de India en la región, especialmente su acercamiento con Armenia.
Antes de viajar a Lachin, Sharif visitó Irán, un actor clave en la región. Expertos sugieren que Teherán podría desempeñar un papel crucial para limitar el papel de la India en el Cáucaso, dado que gran parte de la logística militar entre Armenia e India pasa por su territorio. Además, Omán, aliado iraní, controla un espacio aéreo estratégico para esta cooperación.

Rusia e India: ¿el contrapeso al eje turco-paquistaní-azerí?
Mientras el bloque Azerbaiyán-Turquía-Pakistán fortalece su alianza, Rusia ha mostrado una postura ambivalente. El canciller Sergei Lavrov declaró en Ereván que Moscú no ve con malos ojos la cooperación militar entre Armenia e India, aunque sí expresó preocupación por los vínculos de Armenia con Francia.
Rusia e Irán mantienen un acuerdo de asociación estratégica, pero Moscú podría preferir a India como aliado en la región, dada su rivalidad histórica con Pakistán. Por otro lado, China también tendría interés en limitar la influencia india en el Cáucaso, añadiendo otra capa de complejidad al escenario geopolítico.
¿Hacia una nueva confrontación regional?
Como informara SoyArmenio.com, la consolidación de esta alianza podría redefinir las dinámicas de poder en el Cáucaso Sur. Mientras Azerbaiyán y Turquía buscan aislar a Armenia, India y Rusia emergen como posibles contrapesos. Irán, por su parte, podría actuar como un mediador o un freno, dependiendo de sus intereses estratégicos.
Con el aumento de las tensiones y las alianzas en juego, la región podría enfrentar una nueva fase de competencia geopolítica, donde Armenia busca diversificar sus alianzas para contrarrestar la presión de sus vecinos.
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