El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, aseguró que las posturas de su país y Armenia sobre la firma de un acuerdo de paz se acercaron significativamente. En una conferencia de prensa con el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, Aliyev afirmó que ambas naciones han logrado consensuar el texto del tratado de paz en 17 puntos, aunque aún existen desacuerdos clave.
Condiciones de Azerbaiyán: cambio constitucional y disolución del Grupo de Minsk
Aliyev insistió en que la firma del tratado de paz depende de que Armenia acepte dos condiciones fundamentales.
Una es modificar la Constitución armenia, eliminando referencias a la Acta de Independencia, ya que, según Bakú, dicho documento plantea una reclamación territorial sobre Azerbaiyán.
Y otra disolver el Grupo de Minsk de la OSCE, argumentando que su papel ya no es relevante en el proceso de paz.
«Si Armenia realmente quiere firmar un tratado de paz, debe aceptar estas dos condiciones legales de Azerbaiyán», declaró Aliyev, reafirmando que Bakú no añadirá nuevas demandas al acuerdo.

La respuesta de Armenia: cuestiones internas y prioridades distintas
Desde Ereván, las autoridades armenias han expresado su disposición a discutir la disolución del Grupo de Minsk, pero únicamente después de firmar el acuerdo de paz.
Sobre la modificación constitucional, el gobierno armenio ha rechazado la exigencia de Bakú, afirmando que es un asunto interno del país y que la Constitución no contiene reclamaciones territoriales. Además, ha señalado que la Constitución de Azerbaiyán también incluye disposiciones sobre territorios vecinos, pero que Armenia no ha puesto esta cuestión como obstáculo en las negociaciones.
Un proceso en la recta final, pero con desafíos pendientes
El 13 de marzo, ambos países anunciaron la finalización de las negociaciones sobre el texto del acuerdo de paz, pero sin una fecha concreta para su firma. Mientras Azerbaiyán exige garantías constitucionales, Armenia sostiene que el tratado debe centrarse en la no agresión y la integridad territorial, sin interferencias en asuntos internos.
La resolución de estos desacuerdos será determinante para consolidar una paz duradera en la región del Cáucaso, después de décadas de conflicto por Nagorno-Karabaj.
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