Durante los primeros ocho meses de 2024, Armenia ha experimentado una preocupante tendencia demográfica, con un aumento de 4,9% en la mortalidad y una caída de 7,3% en la tasa de natalidad, en comparación con el mismo período del año anterior.
Estos datos fueron proporcionados por el Comité de Estadística de Armenia y son síntomas de una crisis demográfica en curso.
El aumento de las muertes por enfermedades crónicas, infecciosas y problemas de salud pública, junto con una caída en los nacimientos, plantea un desafío importante para las autoridades y la sociedad armenia. Este fenómeno requiere la atención urgente de políticas públicas orientadas a mejorar la salud pública y promover el crecimiento de la población.
Aumento de la mortalidad
Entre enero y agosto de 2024, un total de 17.213 personas fallecieron en Armenia, lo que marca un incremento del 4,9% interanual. Las principales causas de muerte fueron las enfermedades del sistema circulatorio, que representaron el 53,5% de los fallecimientos, cobrando la vida de 9.208 personas. Las neoplasias fueron la segunda causa más común, responsables del 20,3% de las muertes (3.489 casos).
Además, se registraron aumentos notables en la mortalidad por enfermedades del sistema digestivo (15,9%) y de los órganos respiratorios (10,6%). Un dato especialmente alarmante fue el incremento del 66,7% en las muertes causadas por enfermedades infecciosas, lo que ha encendido las alarmas en el sector de la salud pública armenia.

Disminución de la natalidad
Simultáneamente, la tasa de natalidad ha mostrado una tendencia a la baja, con una disminución del 7,3% en comparación con los primeros ocho meses de 2023. En total, nacieron 21.876 niños en lo que va de 2024, una cifra que contrasta con los 23.597 nacimientos registrados en el mismo período del año anterior. Este descenso en la natalidad se ha mantenido constante durante los primeros ocho meses del año.
A esta preocupante tendencia se suma el incremento del 11,2% en el número de mortinatos, alcanzando un total de 307 casos en el mismo período.
Índice de vitalidad en descenso
El índice de vitalidad, que mide la relación entre el número de nacimientos y defunciones, cayó significativamente en 2024. Entre enero y agosto, el índice fue del 127,1%, comparado con el 143,8% del mismo período en 2023. Esto refleja el rápido envejecimiento de la población y un desequilibrio demográfico que podría tener efectos de largo plazo en el desarrollo económico y social del país.
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