Autoridades de Georgia prohíben la entrada a Arsen Kharatyan, fundador de Aliq Media

Las autoridades georgianas han prohibido la entrada al país a Arsen Kharatyan, fundador del medio de comunicación CHANEL MEDIA, un proyecto que promueve el diálogo entre Armenia y Georgia. Kharatyan fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Tbilisi y posteriormente deportado a Europa, en lo que él describe como una maniobra de naturaleza política.

Detención y deportación

Kharatyan fue retenido durante cuatro horas por las autoridades georgianas tras su llegada desde Europa, a pesar de tener un vuelo programado a Ereván para el 18 de septiembre. Se le impidió acceder a su teléfono durante el tiempo que estuvo detenido. Posteriormente, fue deportado al país europeo del cual había llegado, sin explicación clara sobre los motivos de esta decisión.

“No tengo ninguna duda de que esta negación de entrada es política”, afirmó Kharatyan desde Estambul. Añadió que el partido gobernante georgiano, Sueño Georgiano, podría estar respondiendo a presiones de Moscú o Bakú, sugiriendo que su deportación podría estar vinculada a una estrategia para reducir la influencia de críticos antes de las elecciones parlamentarias en Georgia.

Relación con Georgia y antecedentes

Kharatyan vivió en Georgia por más de cinco años, donde creó Aliq Media y cofundó diversas organizaciones dedicadas a fortalecer los lazos entre Armenia y Georgia. El periodista también ha estado involucrado en movimientos prodemocráticos y fue asesor de relaciones exteriores del primer ministro armenio, Nikol Pashinyan.

“El mayor problema aquí es que nadie me ha explicado la razón por la que se me negó la entrada a un país que considero mi segunda patria”, escribió Kharatyan en sus redes sociales.

Un patrón de deportaciones

Este no es un incidente aislado. Según Kharatyan, la semana anterior también se le prohibió temporalmente la entrada a Georgia desde Armenia. Los guardias fronterizos alegaron “otros casos previstos por la legislación georgiana” como motivo para no permitir su ingreso, una justificación que se ha utilizado con frecuencia para denegar el acceso a activistas y periodistas críticos del gobierno de Moscú.

Otros casos recientes, como la deportación del periodista bielorruso Andrei Mialeshka, que fue enviado de regreso a Polonia tras intentar ingresar a Georgia desde Varsovia, indican un patrón de control sobre la entrada de figuras periodísticas y activistas al país. La líder opositora georgiana Ana Dolidze ha señalado que estos actos son parte de una “estrategia de Rusia” para limitar el ingreso de personas con ideas democráticas y progubernamentales.

¿Un intento de silenciar la crítica?

Kharatyan cree que la prohibición de su entrada está vinculada a los rumores de que planeaba lanzar un canal de televisión en Georgia, lo que podría haber alarmado al partido gobernante, Sueño Georgiano. Su caso ha generado preocupación entre sectores de la oposición y medios críticos, que temen un aumento del control estatal sobre los medios y la libertad de expresión en Georgia.

“La sociedad civil georgiana es demasiado madura para aceptar una ‘vacación autoritaria en Bielorrusia'”, concluyó Kharatyan, refiriéndose a lo que percibe como un intento temporal del gobierno de Sueño Georgiano de consolidar su control antes de las elecciones parlamentarias.

Fuentes:

• OC Media
• SoyArmenio